A pesar de los grandes avances en los derechos de la mujer y el fenómeno de la liberación, aún persisten discriminaciones y subestimaciones del mal llamado sexo débil, hay lugares en el mundo que todavía están prohibidos para las mujeres, ya sea por religión, cábala o tradición, conozca estos sitios en los que una mujer nunca podrá entrar.


Grecia es un país en el cual existen lugares en que las mujeres no pueden entrar, en algunas aldeas hay cafeterías que son exclusivas para los hombres, conocidas como “kafenion” son locales en que los hombres, que en su mayoría son de la tercera edad, se reúnen para charlar, jugar cartas, backgammon o nada más para beber un café después de trabajar.

En el año 1046 el emperador de Bizancio decidió no permitir la entrada a la zona sagrada del Monte Athos a ninguna mujer, esto con la intención de no tentar a los hombres religiosos que allí habitaban, en la actualidad esta creencia se mantiene, los monjes que viven en los monasterios de la zona no tienen contacto con personas del sexo femenino, pasan cada hora del día rezando o reflexionando en silencio, la presencia femenina alteraría su elevación espiritual, las curiosas mujeres que quieran acercarse a este lugar sólo podrán hacerlo en barco, para observar desde el mar los monasterios y las verdes colinas.

Entre las montañas sagradas en Japón se encuentra el Monte Omine, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, antes de iniciar la ruta de ascenso hay una advertencia en un poste que dice en japonés “Prohibido el acceso a las mujeres”, se dice que en los últimos 1.300 años este lugar no ha recibido visitas de mujeres, las excursiones montañeras que se ofrecen en la zona, cuando hay mujeres deben bordear la zona prohibida de Omine; en la cumbre hay un templo budista donde los peregrinos pueden observar disciplinas que incluyen colgar por los talones sobre un risco.

En la India se encuentra el Templo Haji Ali Dargah, en Munbai, en él se encuentran señalizaciones que prohíben terminantemente el acceso a mujeres a las tumbas, este santuario recibe por lo menos 20.000 visitas diarias, pero la ley islámica indica que las mujeres no pueden visitar una tumba.

Una mujer que desea hacer un viaje a Arabia Saudi para hacer turismo, debería considerarlo dos veces antes de ir a ese país, existen restricciones de origen religioso que no podrá creer que en la actualidad todavía ocurran, “la doctrina religiosa wahabí -la más radical del islam- prohíbe a la mujer conducir el vehículo por los riesgos de relacionarse con varones en caso de avería”; los cementerios saudíes sólo están abiertos a los hombres; si por alguna razón decide viajar allí procure ir con un hombre, porque la tradición religiosa se fundamenta en el principio de que  la libertad de movimiento hace a las mujeres “vulnerables al pecado”.

ALFA