Los jóvenes belgas la reconocen como destino predilecto para su Luna de Miel. Es la ciudad más deseada por los recién casados en Bélgica y su magia también envuelve a los turistas que se atreven a decidirse por ella. Brujas cautiva, por su paisaje, sus edificios, su gastronomía y por su destreza de enamorar al visitante.

Esta ciudad europea, declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000; está ubicada muy cerca de Bruselas, la capital de Bélgica, por lo que el acceso es muy fácil; siendo solo 90 kilómetros que puede recorrer en tren, ferrocarril o en avión. Además, es acogedora y fácil de transitar, puede dedicar tres días a conocerla e incluso en uno podrá disfrutar de su belleza.

Pasear Brujas en su Luna de Miel será inolvidable por la cantidad de puentes y canales, la atmósfera que rodea a las parejas congela el tiempo, es un momento único e irrepetible. Tiene cinco embarcadores donde puede tomar los recorridos en el agua, y desde su bote las vistas de las iglesias y los rincones verdes son insospechados. Por eso la llaman la Venecia del Norte.

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Si decide navegar, esté atento al Muelle del Rosario; un sitio especial y entrañable por las casas con fachadas clásicas que están alrededor. Dicen que es el lugar más fotografiado de Brujas. También, para los enamorados el Minnewater Lake, será ideal. “El lago del amor” es majestuoso, lleno de coloridas flores, romántico y muy tranquilo.

Otra de las razones para elegir Brujas en su Luna de Miel, es por su arquitectura medieval, que sumergen al espectador en los tiempos de doncellas aclamadas entre los balcones y los príncipes soñadores y valientes. Su patrimonio cultural está en el centro histórico donde se ubica la plaza Markt.

En esta plaza se consigue el famoso “The Belfry”, desde su campanario con 83 metros de altura, podrá regocijarse con la vista de toda la mágica ciudad. Aquí, se grabaron algunas escenas de la producción cinematográfica “Juana La Loca”, por su singularidad y características. Entrar en ella se siente ser parte de un cuento de hadas. Después, puede seguir admirando la riqueza arquitectónica de Brujas, en la plaza Burg; y la Catedral de San Salvador con su hermoso campanario que reúne importantes obras de artes y es imprescindible que se embelese con la escultura de Miguel Ángel La Virgen y el niño en la Iglesia de Nuestra Señora.

Sin duda, una Luna de Miel perdurable es aquella en la que los amantes comparten y agradecen su amor con una exquisita gastronomía. Su comida típica reúne tradicionales mejillones, estofados y deliciosos guisos. Hay lujosos restaurantes pero también singulares tabernas.

El descanso podrá hacerlo en uno de los bares de la ciudad tipo medievo, donde probará la cerveza belga. Además, uno de los alimentos más famosos para despertar la pasión, es el chocolate; consiga una de sus más ricas propuestas en los Chocolates Los Belgas, accesibles en toda la ciudad ¿No es Brujas perfecta para una Luna de Miel?

ALFA