Las mágicas historias de las hadas están llenas de magia y encanto. En esta segunda parte de estas historias de las hadas, conoceremos otros relatos sobre estas criaturas fantásticas que para muchos son diminutas mujercitas con alas, que tienen como misión cuidar la naturaleza. Pero la realidad, es que pocos conocen las verdaderas historias que se tejen alrededor de estas criaturas.

Hadas sensatas y hadas necias

Esta una de esas mágicas historias de las hadas que deja un mensaje especial para los humanos. Cuando las hadas llegaron a la tierra estaban en busca de un hogar. Las que eran sensatas, tomaron el bosque espeso, más las necias, decían “¿por qué vivir juntas y solas?”. Mejor era buscar árboles cerca de las poblaciones donde las personas les regalasen cosas. Una noche hubo tormenta que derribo los arboles de las hadas necias y quedaron sin hogar. Mientras tanto, en el espeso bosque ningún árbol fue derribado, demostrándole a las hadas necias que siempre que se mantengan unidas no habrá mal que les haga daño. ¡Muy buena reflexión! ¿No lo cree?

Mágica hada sentada en el bosque

El hada de los dientes

Esta es, quizás, el hada más conocida y querida por los niños, puesto que, su reputación es muy buena, un diente de leche por dinero. Una muy buena oferta, ¿cierto? En muchos países la historia varía. Una de las más conocidas, relata que el hada de los dientes es un tierno ratoncito que, al seguir el ritual correspondiente, él se lleva un diente y deja unas monedas en su lugar.

Sin embargo, los padres nunca cuentan el lado oscuro de esta historia cuando se rompen las reglas del ritual. Quizás sea superficialmente una historia para tranquilizar a un niño por la pérdida de su diente de leche. El trasfondo es en realidad espeluznante: un hada observando a alguien mientras duerme, solo para llevarse una parte de él. Muchos de los que conocen la leyenda completa no cuentan la historia del hada de los dientes a sus hijos. Pero los que no, suelen contar la típica historia.

La parte oscura del hada de los dientes

Una de las mágicas historias de las hadas cuenta que un día un niño se acostó a dormir con su diente escondido debajo de la almohada. El padre simplemente sacó el diente, se lo guardó para después colocarle dulces y monedas. Sin embargo, no sabía que había roto las reglas. Cuando el hombre se acercaba a la habitación del niño se detuvo impactado al escuchar unos gruñidos furiosos que no eran de un humano.

Pensó que solo eran ratas, abrió la puerta cuidadosamente y exaltado observó un monstruo. Una especie de fusión entre rata y mono, que se posaba en dos patas, ojos negros, cola larga y un cinturón de cuero lleno de cosas metálicas. La criatura alterada buscaba por toda la cama. El niño estaba despertando, cuando el monstruo saltó y esparció sobre el niño un polvo que lo hizo caer en un sueño profundo.

El padre se lanzó a proteger a su hijo, el adefesio se quitó, se detuvo a oler y señaló el bolsillo del hombre, este asustado, toma a su hijo y le lanza el diente. La criatura lo recoge, deja dos monedas de plata y sacudiéndose soltó polvillo que hizo que el padre se fuera adormeciendo.

Antes de quedar completamente dormido observo una mujer blanca, brillante y con alas grises que reprendía a la criatura por su imprudencia. Lo sorprendente es que parecía ser el mismo ratón de los dientes. Desde entonces el padre decidió no romper nunca más las reglas para no hacer enojar a estas místicas criaturas.

Las mágicas historias de las hadas celtas

Al sur de Gales se encuentra un recóndito lago entre las Montañas Negras. Muy cerca había una granja donde vivía un joven llamado Dafydd y su madre viuda. El muchacho solía llevar al ganado junto al lago a pastar. Un día el joven observa salir del lago una joven hermosa de piel pálida y largo cabello rubio, el cual peinaba observando su reflejo en el lago.

Dafydd encantado se acercó cuidadosamente a la doncella y le ofreció pan con queso. La muchacha se acercó caminando sobre el agua sonriente, sin embargo, no acepto el obsequio. Le dejo claro que con pan no la conquistaría y desapareció. El joven emocionado le cuenta a su madre, quien le sugiere llevarle la próxima vez masa de pan.

Al día siguiente, con el consejo se su madre fue al lago de nuevo con el rebaño. Espero casi todo el día hasta que en la tarde el hada apareció. Dafydd le ofreció su nuevo presente, pero la joven no lo tomó y le dijo que con eso tampoco la conquistaría. El muchacho desanimado vuelve a su casa. Su madre dijo que le llevase pan término medio.

Dafydd espero todo el día y cuando cayó la noche, decidido a irse, el hada aparece en el lago detrás de unas vacas. El joven corriendo se adentró en el lago y le ofreció su último obsequio, el cual, el hada acepta. Dafydd no sabía que decir, hasta que se armó de valor y dijo que se enamoró de ella y quería que fuese su esposa. Ella acepto, pero con la condición de que no la maltratara, ni gritase tres veces, el joven juro que no lo haría.

Dafydd rompió su juramento

Se casaron, todo iba bien hasta que un día el joven en un enfado golpeó en la cara con unos guantes al hada y a su vez le gritó. Esta le recordó su juramento y el joven recapacitó. Al pasar el tiempo Dafydd borracho volvió a gritarle y sacudirle bruscamente. El hada llorando, le vuelve hacer entrar en razón con su juramento. Sin embargo, no paso mucho tiempo hasta que volvió a maltratarle y gritarle. El hada triste desapareció, el joven devastado se arrojó al lago y se perdió su cuerpo en él.

Como pudo observar, en esta segundo parte de las mágicas historias de las hadas, estas no son solamente seres diminutos de buena fe. Dependiendo de las tradiciones y la cultura, pueden ser malignas, arrogantes, almas en pena, mujeres de tamaños normales e incluso, una extraña criatura.

Tanto su forma, sus propósitos y razones de su aparición pueden variar. Hoy en día se toma lo que se conoce como la cara hermosa de las hadas, ocultando muchas leyendas que hablan de ese otro lado, un tanto oscuro, de estas criaturas. ¿Cuál será la verdad sobre ellas? ¿Conoce alguna otra historia de las hadas? ¡Cuéntenos!

ALFA