La calidad de vida de las personas en este mundo moderno y dinámico, depende en gran medida de la salud mental y física, que a su vez está condicionada por una gama de factores presentes en el entorno, como el estrés, la contaminación, las enfermedades, el poder adquisitivo, entre otras variables de índole social, económico, cultural, religioso y político.

En este contexto, cada persona de acuerdo a sus posibilidades debe priorizar su salud ante todo, prestando atención a alternativas terapéuticas y accesibles para sentirnos mejor, lo cual nos llenará de la energía y motivación necesarias para emprender las actividades propias de nuestra cotidianidad, y si aparte de sentirnos mejor en el plano físico vamos a lucir mejor, entonces qué esperamos para recurrir a estas alternativas.

Además, el cuidado del cuerpo y nuestra presencia nos aporta beneficios que van más allá del aspecto físico, ya que nos brinda más seguridad y confianza en sí mismos, nos prepara psicológicamente ante la vida, nos impregna de positivismo, motivación y bienestar, nos sube el autoestima, nos hace sentir agradables, conformes con nosotros mismos, por lo que la búsqueda de opciones que logren estos efectos debe activarse cada día de nuestras vidas, porque nos lo merecemos, porque debemos amarnos, cuidarnos y protegernos.

En consecuencia, está en nuestro haber la decisión de utilizar  métodos que nos sentir y lucir mejor, y debemos empezar por buscar información como la que estamos presentando en este artículo, que pretende presentar alternativas naturales que las(os) ayude a encontrar un vía para lograr ese objetivo. Dentro de estas alternativas se encuentran los masajes de diferentes tipos que  no sólo alivian dolencias, sino que repercuten sobre nuestras emociones y actitudes.

En este orden de ideas, debemos considerar que generalmente, cuando nos sometemos a un masaje pensamos básicamente en el beneficio corporal, pero los efectos de esos masajes van mucho más allá, llega a nuestra psiquis, alimentan nuestro espíritu, proveen paz y tranquilidad, y experimentamos cambios en nuestra actitud, y eso es fundamental en todo lo que hagamos en nuestra vida.

Por supuesto, los beneficios corporales son importantes y es muy  cierto que nos hacen lucir mejor, pero el efecto sobre nuestras mentes y espíritus nos aportan seguridad, paz y bienestar, que los demás notan con facilidad, y eso es mucho más importante que el aspecto físico.

Por ello, debemos decidirnos a incluir los masajes en nuestras rutinas frecuentes, ya que la manipulación de tejidos blandos, representa una alternativa eficaz de fácil aplicación y disponibilidad que busca efectos terapéuticos, higiénicos y/o deportivos, convirtiéndose  en una herramienta fundamental  en la fisioterapia, bien sea con la finalidad de preparar o finalizar una terapia, eliminar o minimizar el dolor y por supuesto mejorar no sólo la apariencia y actitud de las personas, sino de manera general  tiene como objetivo optimizar la calidad de vida del individuo.

Debemos señalar que el término masaje se deriva de varios vocablos, por ejemplo proviene del vocablo árabe “mass” que significa tocar con suavidad, frotar suavemente; del griego “massein” que significa amasar, frotar o friccionar; del hebreo “mashech” que significa palpar, tantear; y del francés “masser” cuyo significado es amasar, sobar, masar, dar masaje.

Se puede observar que entre los significados de  los vocablos no hay muchas diferencias, debido a que desde tiempos remotos, el masaje se asoció con las propiedades curativas  y hasta mágicas,  y a través del uso de las manos  una persona  realiza movimientos en el cuerpo del paciente o afectado.

Por otra parte, los masajes son de fácil aplicación, presentando pocas contraindicaciones y efectos secundarios, pero es conveniente poseer conocimientos profundos acerca de los objetivos de cada tipos, las técnicas y formas de aplicación de los mismos, estableciéndose un clima de confianza con el fisioterapeuta, propiciando un ambiente relajado que beneficie el estado emocional de la persona a quien se le aplica.

Por lo tanto, los masajes son  unas herramientas muy útiles para el bienestar  psicológico y fisiológico de las personas, que trae   efectos positivos tales como: una acción mecánica sobre los tejidos, calentamiento, estimulación y desarrollo de la musculatura, además de que logra  estimular o calmar el sistema nervioso, distender y relajar los músculos, mejorar el bienestar psicológico, mejorar la circulación, eliminar los exudados orgánicos, mejorar adherencias, flexibilizar los tejidos produciendo una  acción refleja sobre el sistema nervioso.

En este sentido, existen muchos tipos de masajes mediante los cuales se aplican  diversas maniobras que difieren en relación a su técnica, efectos fisiológicos y psicológicos,  indicaciones y contraindicaciones, que deben explicarse detalladamente a las personas que buscan la ayuda especializada. Sin embargo, algunos masajes pueden ser aplicados a sí mismos o por algún familiar o amigo, para complementar el trabajo hecho por los fisioterapeutas.  Por tal motivo, presentamos a continuación una serie de masajes terapéuticos que pueden lograr efectos  realmente maravillosos en sus cuerpos y en sus mentes:

Vamos a comenzar mencionando a la reflexología, que es una disciplina que considera los puntos energéticos del organismo como elementos básicos para tratar determinadas dolencias y/o afectaciones que aportan alivio, bienestar físico y mental, observándose  generalmente cambios en la actitud de las personas,  después de asistir a varias sesiones, que les hace sentirse de buen humor, motivadas, tranquilas y relajadas.

Es común observar que las personas recurren a este tipo de masajes cuando se encuentran en situaciones límites, cuando sus mentes y cuerpos ya no dan más, y se sienten agobiados por los malestares físicos y el estrés, y eso está bien, pero, no debería ser así, deberíamos ocuparnos en alimentar nuestro cuerpo y mente con frecuencia y aplicar algún tipo de masaje sin estar estresados ni adoloridos. Incluso muchas personas que han internalizado la importancia de estas alternativas terapéuticas.

El masaje sueco es muy reconocido y común, desde hace mucho tiempo en el mundo occidental, el cual es aplicado de manera fuerte y  vigorosa sobre grandes zonas del cuerpo del individuo, actuando principalmente en los músculos. Al comenzar el masaje sueco, se aplica  el roce de manera directa y fuerte, para luego continuar con golpeteos, seguidos de amasamiento y fricciones profundas, que brindan efectos fisiológicos efectivos, aliviando dolencias y tensiones musculares,  además de relajar las contracturas y producir efectos relajantes.

Por otra parte, tenemos el masaje transverso profundo o Cyriax, creado por el  doctor James Cyriax, y que se caracteriza por brindar  grandes resultados en la mejoría de lesiones graves, aunque generalmente es muy doloroso, debido a que se realizan  movilizaciones de tejido, seleccionando pequeñas lesiones de tendones, ligamentos  o músculos que se encuentran  localizadas debidamente y que no tengan una inflamación aguda.

Es importante explicar que este masaje es considerado como profundo, ya que  se logra a través de su aplicación, llegar hasta el tejido conectivo subcutáneo por medio de un vaivén transversal de escasa amplitud con movimientos de los dedos índices apoyados con los dedos medios, actuando de manera directa sobre  el punto exacto de la lesión, con la finalidad de   recuperar la movilidad normal y la recuperación del paciente, quien sentirá los  beneficios evidentes en el funcionamiento de su organismo.

También debe considerarse que el fisioterapeuta debe ser especialista en anatomía y exploración, debido a que la aplicación de ésta técnica es dolorosa, y debe tenerse mucho cuidado a la hora de realizar los masajes, cuidando la anatomía de la persona y brindando un eficaz y seguro tratamiento.

Otro de los masajes muy aplicados es el  circulatorio linfático, que se basa en el tratamiento del sistema linfático creado por Vodder, que consiste en evacuar los líquidos excedentes y desechos metabólicos por las vías linfáticas por medio de la estimulación de la contracción de vasos y ganglios linfáticos.

Así, por medio  de movimientos musculares, se transportan los lípidos y se excretan desechos tóxicos acumulados en los tejidos a través del torrente sanguíneo. De este modo, con la aplicación de los movimientos  musculares se busca transportar  la linfa,  trabajando las extremidades inferiores y el abdomen, así como  el lado dorsal izquierdo del cuerpo,  para de esta manera formar un canal conocido como “cisterna de quilo” el cual es el vaso linfático principal del cuerpo o conducto torácico.

De esta manera, a través de este tipo de masaje se estimulan los ganglios linfáticos que  producen linfocitos o glóbulos blancos, que a su vez producen anticuerpos, razón por la cual se mejora y fortalece  el sistema inmunológico del individuo, y por ende se protege en contra de muchas enfermedades, lo cual por supuesto provee sólo no beneficios físicos sino también psicológicos.

Por último, vamos a hacer mención de los masajes relajantes, en cuya aplicación se utilizan movimientos suaves y pocos profundos, deslizando los dedos sobre diversas zonas del cuerpo, con la finalidad de tranquilizar y por supuesto relajar a la persona. De esta manera, el fisioterapeuta debe mover sus manos a un ritmo más lento  que el utilizado en otros tipos de masajes, aplicando una presión  suave sobre determinados puntos, como lo hacen los especialistas en reflexología.

Un masaje relajante  se aplica generalmente en la espalda, brazos, piernas, pies, cara y cabeza, logrando  activar diferentes puntos y   estimulando las terminaciones nerviosas sensoriales en la piel, que son las que transmiten los mensajes a través del sistema nervioso y hacen que el cerebro libere endorfinas, las cuales  son los analgésicos naturales del cuerpo, que originan una sensación de bienestar y  provoca una relajación profunda al estimular el sistema nervioso parasimpático del cuerpo, a veces llamado el «sistema de descanso y digestión».

Por otra parte, ese estado de bienestar aumenta la seguridad de la persona,  luciendo mejor y con una actitud positiva, además hacen que la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyan,  mientras la circulación sanguínea y la actividad digestiva aumentan, originándose una estimulación del sistema linfático que se encarga de  los productos de desecho del organismo, aportando salud, mejoras de la piel, entre otros beneficios.

ALFA