Cuando eres invitada a salir con alguien con quien nunca lo has hecho pero que ocupa tu interés, lo primero que piensas es ¿qué me pongo en la primera cita?, pues el impacto que recibe la vista cuando se reúnen por primera vez es la imagen de ti que esa persona conservará en su memoria.

 

Ambos están conscientes que ya se han visto antes de ese momento, pero una cita es de alguna manera, el comienzo de algo que podría ser importante, una relación que podría convertirse en algo permanente.

Es muy poco probable que se preocupe por el o los temas que tratarán, pero a dónde irán será lo que marque la pauta para saber la ropa que podrá usar, desde ese mismo momento, al abrir su armario conseguirá la sorpresa con la que toda mujer se enfrenta, “no tiene nada que usar en esa ocasión”.

Si el sitio programado es como generalmente sucede, una cita para ir a cenar en un restaurante de moda pero no glamoroso donde poder comunicarse, un vestido elegante y sencillo, con zapatos y cartera que le hagan juego y acaso un chal sobre los hombros para usarlo de manera casual será suficiente; otro accesorio que puede llevar sería una cadena larga pero no la tome con sus manos cada 2 minutos como si fuera su tabla de salvación, partiendo del principio que menos es más, acuda natural pero sobria.

 

Dentro de su cartera, no lleve ropa para cambiarse o cepillo de dientes porque será demasiado obvia, eso podrá esperar un poco más por muy adultos que sean los dos y justamente porque lo son; hoy en día es conocido por todos lo delicado de compartir la cama con un extraño, no olvide que su cita a nivel personal lo es y primero debe saber cuántas parejas ha tenido o qué enfermedades ha padecido, no quiere ello decir que se casarán al otro día de la invitación, pero es preferible desde el principio, saber que terreno está pisando y si salió con un playboy.

No use lencería demasiado sexy y evidente que transmita que su interés es puramente sexual o que está tratado de atraparlo, o que quizás es su última oportunidad y por eso quiere descargar su artillería lo más rápidamente posible, para que reaccione.

Lleve prendas que la hagan sentir cómoda, ponerse unos zapatos que no la dejen bailar o caminar normalmente la limitarán tortuosamente en su cita, recuerde que una buena disposición es primordial para que ambos se sientan bien.

Sin ser agresiva, puede ir destacando su personalidad a través de su vestuario, quizás él sólo la ha visto en ropa de trabajo, así que, es el momento para comenzar a develarse tal cual es y que brille progresivamente su estilo único; si la cita ha resultado un éxito, antes de despedirse comenzarán a acordar y planificar un segundo encuentro, no se atropelle, vaya con pasos firmes si la proposición le interesa.

ALFA