A lo largo de nuestra vida nuestro cuerpo experimenta muchos cambios y quizá uno de los más traumáticos para hombres y mujeres son las canas. No solo porque afectan nuestra apariencia o se le asocie con el envejecimiento, sino también porque es difícil predecir a que edad aparecerán en nuestras vidas, ya que dependerá de muchos factores, entre los cuales: la alimentación, la herencia y algunas enfermedades son los más comunes.

Sin embargo, considerando que algún día llegaran a nuestras vidas debemos prepararnos conociendo un poco más de ellas. Descubra a continuación algunos mitos y verdades sobre las canas:

Si arrancamos una cana tendremos más. Si bien, este es uno de los mitos más difundidos sobre las canas, para la tranquilidad de muchas personas es completamente falso. Al respecto, el especialista en cosmética Randy Scheuller, señala que el arrancarse una cana no repercute en que se multipliquen, ya que al hacerlo solo se afecta el folículo de ese pelo y no del resto del cabello. Aunque advierte que esta práctica puede provocar daños irreparables al folículo, evitando así que el pelo vuelva a nacer.

 

Las canas son un signo de vejez. Esta afirmación es falsa y solo se trata de un asunto de percepción más que un indicio real de envejecimiento, pues hay personas que aun a sus 50 años no han visto aparecer su primera cana, mientras que otras personas desde los 20 ya tienen canas. Por lo que en su aparición según la edad, tendrá mayor influencia la predisposición genética.

Las canas son amarillas. Si bien se cree que son grises, esto no es más que un efecto visual producido por la mezcla de cabellos que han perdido pigmentación y otros que no. Sin embargo, según el dermatólogo y coordinador del grupo de tricología de la asociación española de dermatología y venereología, Ramon Grimalt, las canas en realidad son amarillas. Según explica, la confusión se debe al aspecto blanco que es producido por la refracción de la luz sobre la medula del pelo, haciendo que adquiera esta tonalidad, pero su color amarillo se hará más o menos visible a la luz en la medida en que la medula sea más o menos gruesa.

Las canas son inevitables. Es verdad, pues su aparición se trata de un proceso irreversible, que una vez iniciado no puede detenerse. Por lo que en algún momento de nuestras vidas las canas llegaran para quedarse, aunque hay quienes aseguran tener el secreto para retrasar su aparición, no hay evidencias científicas que prueben que el uso o consumo de ciertos alimentos y productos tenga tal efecto.

Aunque podemos arrancarlas o pintarlas para disimular su aspecto, también tendremos la opción de buscar la asesoría de un experto para elegir prendas de ropa que contrasten con nuestras canas. Pero lo cierto, es que no podemos ir contra de la naturaleza, así que dependerá de cada persona decidir si quiere llevar sus canas con orgullo o disimularlas con estilo. ¿y usted que haría con ellas?


ALFA