Conocer lo que se quiere, dar su opinión claramente y sin temor, no depender del estado civil pese a la edad; todas corresponden a prácticas comunes de una mujer con alta autoestima, que poco a poco, ha sabido contrarrestar las doctrinas impuestas por la sociedad.


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En primer lugar, debemos reconocer qué tipo de autoestima se tiene: alta, baja, o inflada. La primera, de acuerdo a la psicóloga, Silvia Russek, subyace en la confianza en sí mismo, la segunda en la inseguridad sobre lo qué se quiere o hacia dónde se va, y la tercera, en la demanda irracional de reconocimiento por parte de los que nos rodean.

Una mujer con alta autoestima prioriza la autosuficiencia plena a tener una vida en pareja. Esto no quiere decir que deba crearse un escudo protector que aleje a intrusos indeseados, sino que aquella mujer con alta autoestima habrá de primero quererse así, para tener la seguridad de mostrarse tal como es, y ser querida de la misma forma por la otra persona.

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El ámbito laboral es otro aspecto en el que una mujer con alta autoestima debe irradiar confianza sobre sus proyectos, saber a dónde quiere llegar, y los sueños a lograr. Si bien, en enero de 2016, la revista “Journal of Personality and Social Psychology” reveló que los hombres continúan con mayor autoestima que las mujeres, la diferencia entre ambos iba marcadamente minimizándose en aquellos países con alto nivel de desarrollo.

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Puede que la dependencia en la mujer y la independencia en el hombre persista hoy día; en relación a esto, Russek señala que es momento de que cada quien tome responsabilidad de su propio bienestar. A pesar de que la mujer esté marcada en cada etapa de su vida por un comportamiento inseguro, la psicóloga motiva a que cada quien se auto-examine con total honestidad, de manera que tomen verdadero control de sus deseos, e inicien su camino al éxito en base a la confianza y el respeto propio.

Hábitos para alcanzar una autoestima alta. Si tras autoanalizarse, los resultados desfavorecen la percepción que se tiene, una serie de ejercicios diarios harán el cambio necesario. Primer paso: vivir sin complicaciones, dejando a un lado el miedo a alcanzar cada una de nuestras metas, pese a los obstáculos que puedan presentarse.

Luego debe conocerse qué objetivos en la vida queremos lograr. Ningún sueño es imposible siempre y cuando sepamos cómo lograrlo. Posteriormente, una mujer con alta autoestima debe saber expresarse con claridad. La autoestima de una persona se transmite a través de su lenguaje y sus acciones, lo que le lleva a ser inspiración para otros, creando entonces un ciclo que eleva la confianza.

Que nos llamen sexo débil ha pasado a la historia. Ejemplos sobran para demostrar que una mujer puede lograr lo que se proponga. Con el valor necesario para afrontar los obstáculos, cada una no solo ha logrado transformar su vida propia sino que ha marcado a la misma sociedad.

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ALFA