Un niño de un año y cinco meses de edad encontró en el patio de su casa una serpiente venenosa y jugando con ella comenzó a morderla hasta matarla. El hecho sucedió en Mostardas, litoral sureño de Río Grande do Sul en Brasil, La familia de Lorenzo, que es el nombre del pequeño, afirmó que no es común ver serpientes en el patio de su residencia, ya que es de cemento y está ubicada en una zona urbana, motivo por el cual confiaban en la seguridad del niño mientras éste se encontraba jugando. Jaine Ferreira, madre del infante, aseguró que se extrañó del silencio tan largo de su hijo, lo que la motivó a revisar el patio y encontró la serpiente debatiéndose por soltarse, aún en la boca del niño.
Muy alarmada, se dirigió con Lorenzo y la serpiente a un hospital de Mostardas, con mucho temor y el terror de que lo hubiese mordido, pero afortunadamente los médicos no encontraron ninguna herida ni síntomas de envenenamiento. En el hospital Sao Luiz fotografiaron la serpiente, a fin de que algún centro de investigación pueda identificarla con la foto, sospechando de una cría de alguna especie de Bothrops del género jararacá, yarará o yararacá.
La preocupación de la madre se hizo mayor al encontrar al pequeño con sangre en la boca y en las manos, trató de quitarle el reptil de inmediato a lo que Lorenzo se resistía pensando que era uno de sus juguetes, motivo por el cual tuvo que pedir ayuda a su esposo para obligar al niño a abrir la boca. Entonces él tiró la serpiente al suelo donde seguía moviéndose.
Lorenzo estaba muy feliz incluso cuando su papá se enfadó con él, comentó la madre a la prensa. Los mordiscos que el niño le hacía a la serpiente fueron muy próximos a la cabeza del animal, lo que favoreció la vida del niño ya que eso impidió que la serpiente lo atacara.
Posteriormente, el reptil fue identificado por una bióloga del Museo de Ciencias Naturales de la Fundación Zoo-botánica de Río Grande del Sur, como como una «Erythrolamprus poecilogyrus» o «culebra verde» no venenosa de unos 70 cm de longitud.
Las serpientes Bothrops, son un género de serpientes venenosas de la subfamilia de las víboras foseta que agrupa 45 especies y están distribuidas desde el noreste de México, América Central, incluyendo las Antillas menores y la mayor parte de Sudamérica. El tamaño de las especies que conforman este género de serpientes varía de 50-70 cm. La mayoría se caracteriza por tener un hocico agudo, sin elevación. Este tipo de serpientes son responsables de más muertes en América que cualquier otro tipo de serpientes venenosas, sin tratamiento médico la tasa de mortalidad es alta.
ALFA