Elegir el nombre para un bebé, no es tarea fácil, al contrario, es totalmente competitivo; pues es el primer regalo que se le da al niño, de hecho este nace primero que él; con el deseo de darle vida a nuevo ser, de la ilusión de formar un familia y darle lo mejor del mundo.

El nombre es la marca indeleble de cada ser, es como un contrato inconsciente que condiciona el paso por la vida. Hay que tomar en cuenta que el pequeño llevará en esa marca todos los sueños y ambiciones que su familia imponga en él, pero ¿realmente influye el nombre que escogemos en su personalidad? o quizás esto funcionará como la famosa frase de William Shakespeare que dice: «sería como la rosa, que se llame como se llame, siempre tendrá una deliciosa fragancia y seguirá siendo una rosa.»

Si bien es cierto que muchas personas no están de acuerdo con esto, lo que realmente afirman los psicólogos es que el nombre del infante definitivamente tiene un gran peso en su desempeño, actitud, comportamiento, personalidad, posibilidades del éxito y hasta en sus calificaciones escolares.

Por eso, le recomendamos escoger bien el nombre de su retoño. Los nombres inusitados ofrecen ciertos beneficios siempre y cuando no sean grotescos; pues, un niño que lo lleve tendrá la posibilidad de crear su propio estereotipo, sumamente diferente a aquellos que tengan nombres comunes. Ahora, los padres que eligen nombres extravagantes o extraños seguramente no están tomando en cuenta los efectos a largo plazo que posiblemente dicho nombre tendrá sobre su hijo.

Por ejemplo, hay muchos papás que se ponen creativos y se inclinan por nombres de deportistas, cantantes o artistas; esto no tiene nada malo, sin embargo, no por esa elección la personalidad de su hijo será como la de ese personaje.

Están los padres básicos que se rigen por un lineamiento familiar, llamándoles igual que el padre, madre, abuelos o bisabuelos; asumiendo esto como una fotocopia de ese ser a quien admiran. Los especialistas no recomiendan este tipo de nombres, pues afirman que se repiten patrones, limitando al niño a crear su propia imagen.

Por otra parte, conseguimos a los creyentes; esos que colocan nombres bíblicos, de dioses, de líderes y hasta de personajes históricos o novelescos, en ocasiones puede ser inspirador e incluso formar en el niño características de fuerza, seguridad y valentía.

También están los originales, aquellos que combinan los nombres de mamá y papá, agarrando de aquí y de allá; ¡los famosos nombres compuestos, así se llaman!; aquí debemos tener mucho cuidado, no tienen que ser tan largos ni complicados, la clave es que sean de fácil pronunciación, pero atractivos. No queremos que sea motivo de burla para el pequeño; tome en cuenta que los expertos afirman que un nombre bonito y excepcional genera una buena autoestima. Piénselo, analícelo y compártalo, el nombre de su bebé será la cruz que cargará para toda su vida, de su decisión depende el futuro de su hijo.

ALFA