¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?: Los meridianos o puntos de acupuntura son el lugar donde el Qi interior se traslada a la superficie. Estos puntos se incentivan mediante la digitopresión, moxibustión, ventosas, electroacupuntura, microsangrado y acupuntura. En función de la disfunción y lo que se pretenda conseguir, será necesario el uso de una u otra técnica.

Los médicos chinos antiguos promovieron el recorrido del mapa de puntos de acupuntura y canales, mediante los cuales fluía la sangre y la energía. También dejaron constancia de cómo se puede actuar sobre ellos. Hay que saber diferenciar los meridianos básicos de los extraordinarios, colaterales, divergentes y los tendino-musculares.

Los principales son más voluminosos, tienen un recorrido longitudinal y conectan los órganos con la superficie del cuerpo. Son los encargados de transportar la sangre y el Qi a las distintas partes del cuerpo. Los colaterales son más pequeños, se conectan con los principales de forma externa con la piel, músculos y tendones. Es una red más vascularizada y densa.

Es importante añadir que existen 8 meridianos extraordinarios, que son los reservorios de energía. También 12 meridianos principales, que son dobles y se conectan con una víscera y un órgano. Esto suma un total de 14.

¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?

¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?: Meridianos principales

Cada uno de estos meridianos es concreto. Por eso se pueden distinguir el de pulmón, intestino grueso, estómago, bazo, corazón, intestino delgado, vejiga, riñón, la vesícula biliar y el hígado.

A estos 12 meridianos se le añaden:

Du Mai, que remedia el dolor y la rigidez en la columna vertebral, las hemorroides y los trastornos genitourinarios, juntamente con las dolencias febriles.

Ren Mai, que trata los indicios asociados al sistema urinario y reproductivo. Entre ellos se incluyen las menstruaciones irregulares u otros desórdenes como el hipo o la diarrea. También alimenta el cuerpo y lo fortalece, se puede reforzar el riñón y tratar la infertilidad y las disfunciones ginecológicas.

Meridianos extraordinarios

Los cuatro meridianos extraordinarios son los siguientes:

  • Mar de la sangre o Chon Mai.
  • El meridiano de la cintura o Dai Mai.
  • El meridiano Yin de la movilidad o Yinquiao Mai.
  • Yangquiao Mai o meridiano Yang de la movilidad.

El nombre del meridiano viene dado por 4 aspectos:

Si pasa por la mano o por el pie.

Si es Yang o Yin.

Profundo o superficial. Ver 6 niveles.

Conecta con órgano o entraña.

¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?: Meridianos de la mano

Yin

Llevan la energía del tórax hacia la mano.

Pulmón. Tai Yin de la mano.

Maestro Corazón. Jue Yin de la mano.

Corazón. Shao Yin de la mano.

Yang

Se originan en la mano y llevan la energía a la cabeza.

Intestino Grueso. Yang Ming de la mano.

Triple Recalentador. Shao Yang de la mano.

Intestino Delgado. Tai Yang de la mano.

Meridianos del pie

Yin

Se inician en los pies y llevan la energía al tórax.

Hígado. Jue Yin del pie.

Bazo. Tai Yin del pie .

Riñón. Shao Yin del pie.

Yang

Se originan en la cabeza y llevan la energía a los pies.

Estómago. Yang Ming del pie.

Vesícula Biliar. Shao Yang del pie.

Vejiga. Tai Yang del pie.

Los meridianos y el Yin Yoga

El recorrido de los meridianos coincide con las vías fasciales largas descritas por los anatomistas. Las posturas de Yin yoga se mantienen durante varios minutos e inciden sobre diversos tejidos conectivos, en este caso, las fascias.

Al aplicar estrés sobre estas zonas (estiramiento, compresión o torsión) se estimula el flujo de energía vital a través de los meridianos y se genera salud para el órgano interno correspondiente.

¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?: Posturas de Yin que nos benefician en primavera

En la Medicina Tradicional China, la primavera está gobernada por el elemento Madera y el par hígado-vesícula biliar. El meridiano del Hígado recorre el interior de las piernas desde abajo hacia arriba. El meridiano de la Vesícula Biliar recorre los costados del cuerpo desde arriba hacia abajo.

Las posturas de Yin yoga que estiran, comprimen y/o torsionan la zona interior de las piernas ayudan a equilibrar el flujo de energía por el meridiano del Hígado. Un ejemplo es la Mariposa (arriba).

Las posturas de Yin yoga que estiran, comprimen y/o torsionan los costados del cuerpo ayudan a equilibrar el flujo de energía por el meridiano de la Vesícula Biliar. Un ejemplo es Bananasa (arriba).

Cuando la energía de estos órganos está equilibrada, no solo se maximiza su funcionamiento fisiológico. Emocionalmente, se evita o palia la aparición de la ira y se potencia la cualidad emocional de la bondad. Mentalmente, un hígado y una vesícula biliar sanos nos aportan la capacidad de discernir y tomar decisiones, de ser flexibles ante circunstancias cambiantes sin necesariamente abandonar nuestro camino trazado.

Formas de estimular los meridianos

Meridiano de la vesícula – Aumenta la potencia creativa

Activarás el meridiano de la vesícula, relacionado con cooperación, adaptabilidad, expresión y desbloqueo.

Siéntate en el suelo sobre los isquiones, con las piernas abiertas y relajadas. Entrelaza y eleva las manos.

Inspira y gira el tronco a la derecha, sin curvar la columna. Si te cuesta mantener la columna recta, dobla ligeramente las rodillas.

Alarga el tronco y, espirando, inclínalo hacia la izquierda. Respira tres veces en la postura.

La energía circula por el exterior de la pierna hacia la que te inclinas, por el interior de la otra y por el costado abierto.

Repite cinco veces a cada uno de los lados.

Duerme bien y elimina el dolor de cabeza

¿Nuestro cuerpo tiene meridianos?

El meridiano que se trabaja con este estiramiento es el del intestino delgado o elemento fuego. El fuego es el elemento que representa la transformación, el movimiento, la luz, el calor, la emoción y la sensibilidad.

Primero cruza la pierna derecha sobre la izquierda a la altura de la rodilla. Los pies tienen que mirar hacia atrás. Eleva el brazo derecho, flexiona el codo y coloca la palma en la espalda.

Luego, desliza la mano izquierda por debajo y hacia atrás, como si quisieras agarrar la derecha. Las manos se acercan pero no es necesario que agarren: no fuerces si no llegas. Apoya el dorso en la espalda. Con la repetición en el tiempo, este ejercicio va a salirte cada vez mejor

ALFA