Quiere decir “la residencia de las jóvenes”, el Partenón es uno de los principales templos de adoración, construido en la Acrópolis de Atenas entre los años 447 y los años 432 a.C. Dedicado a la diosa Atenea, considerada la protectora por los griegos, el Partenón representa un ícono dórico, el cual corresponde al estilo arquitectónico propio de este pueblo helénico, caracterizado por la proporción, la armonía y la belleza clásica.
Con 69.5 metros de largo, y 30.9 de ancho, el Partenón se sostiene por columnas de más de 10 metros de alto, hecho en toda su constitución por mármol blanco, el que fue extraído del monte Pentélico. Pericles fue quien motivó su construcción, a manera de agradecimiento a las deidades que le ayudaron en su batalla contra el pueblo persa. Ictino y Calicrates fueron los arquitectos del Partenón, quienes estuvieron bajo supervisión del grandioso Fidias, a quien se le atañen la decoración escultural y la gran estatua de Crisoelefantina de Atenea, la cual era la pieza principal que se encontró en el Partenón, al haberse efectuado con 1200 kilos de oro puro.
Bajo un carácter religioso, el Partenón fue sede de las creencias bizantinas, latinas, e incluso, fungió como mezquita musulmana. Además, fue almacén de armamento luego que los turcos le usasen como depósito de pólvora en el año 1687. Durante el imperio otomano, el Partenón sufrió un importante daño de su estructura luego que un cañonazo destruyera parte de su arquitectura, la cual, a pesar del tiempo, ha logrado conservarse en su forma original.
Otros daños ocasionados por la mano del hombre que sufrió el Partenón fue en el siglo XIX, cuando el embajador, Thomas Bruce Elgin, ordenó remover la mayoría de las esculturas decorativas, como frisos, métopas, y frontones, para que fuese vendida al Museo Británico, permaneciendo aun en la actualidad como parte de sus colecciones más significativas.
Conforme al tesoro que en sus adentros resguardó, se ha conocido que el principal objetivo del Partenón fue resguardar la colosal escultura en oro de Atenea Polías, referida a la diosa protectora, y esculpida por Fidias, por lo cual el diseño del edificio se dividió en tres zonas, separadas por una doble columnata. A su vez, como parte de la práctica de adoración, en la zona oeste se dispuso un basamento de la estatua a fin de rendirle honor a Atenea Párthenos, conocida como “la virgen”, junto con un amplio estanque que remitía un brillo hacia la parte frontal de la imagen divina.
El Partenón es reconocido en la actualidad como uno de los ejemplos más claros del desarrollo arquitectónico alcanzado durante la Antigua Grecia. Los estudios en base a la geometría y la matemática que en su diseño resguarda, forman parte fundamental de la enseñanza artística. Siendo además una muestra de las variadas creencias que enriquecieron la cultura helénica, pese a los desvaríos del destino, el Partenón es una joya invaluable que ha logrado mantenerse en pie pese al inclemente paso del tiempo, y de los mismos seres humanos.
ALFA