Las perlas son las piedras preciosas más antiguas que se han descubierto, originadas por ostras y moluscos a partir de un grano de arena. Su naturaleza le da un toque único de rareza que durante muchos siglos despertó la curiosidad de más de uno.
Se dice que su descubrimiento pudo venir desde la época de la prehistoria, siendo una piedra obtenida de manera natural y que no necesita ser trabajada, al ser extraída de las ostras o moluscos ya posee una textura limpia y elegante, pudiendo haber sido utilizada como decoración.
Las civilizaciones posteriores adoptaron a la perla como una piedra de mal augurio, al tener la forma de una lagrima humana, eran conocidas como “lágrimas de luna”. Se cuenta que las personas que portaran perlas estaban condenadas a sufrir pérdidas, rupturas y ataques de depresión por llevar la mala suerte con ellos.
Sin embargo, con el pasar de los años las perlas fueron despojándose de aquel mito, adoptando simbología de pureza, sencillez y castidad. Un lujo que estaba reservado únicamente para la nobleza y personajes extremadamente acaudalados. Eso antes de que iniciara su explotación comercial. Luego pasarían a ser un accesorio en los vestidos de novia, en collares y pulseras.
Incluso las perlas habrían obtenido un significado religioso para San Agustín, quien alego que representan a Jesucristo al no ser incluida entre las 12 piedras preciosas que simbolizan a los 12 apóstoles. Para efectos del zodiaco, las mismas están asociadas a los símbolos de Géminis y Cáncer. Son las piedras de nacimiento tradicional del mes de junio.
Aunque hoy en día las perlas han perdido valor monetario debido a su alta demanda, pasó a convertirse en un negocio de explotación por medio del cultivo. Aún quedan perlas que son muy valiosas por su rareza. Algunas de ellas son:
La Perla Hope es la perla de agua salada más famosa que se haya descubierto hasta nuestros días. Esta perla pesa 450 quilates, tiene forma de gota y su color va del verde al oro y al blanco. Hoy día se encuentra en el Museo Británico y perteneció a Phillip Hope, el mismo individuo que fuera el único dueño del famosísimo diamante Hope (Aquel que fue protagonista de la película Titanic).
La Perla Gogibus con forma de pera fue descubierta en el Siglo XVII en lo que se conocía como las Indias Occidentales, hoy las Antillas. Esta perla que pesa 126 quilates fue adquirida por Felipe IV a un mercader de nombre Gogibus que la llevaba como adorno en un sombrero.
La Perla Valle de Arco de 7,87 centímetros (3,1 pulgadas) de longitud y 575 quilates, está ubicada en el palacio real de Abu Dhabi en los Emiratos Árabes Unidos. Ha pertenecido a emperadores chinos, reyes persas, al nieto de Gengis Kan y se cree que perteneció a Marco Polo.
ALFA