La mayoría de las piernas de las personas se cansan y duelen en algún momento de sus vidas, generalmente al estar de pie o sentados por períodos prolongados, pero la incomodidad pronto desaparece una vez que las piernas están descansadas o movidas.

Sin embargo, para aquellos cuya ocupación requiere que estén de pie durante la mayor parte del día, por ejemplo, los comerciantes y peluqueros, o que demanden estén sentados mientras trabajan, como los conductores de autobuses, taxis y camiones, las molestias pueden ser más graves y duraderas. Esta afección se conoce como síndrome de las piernas cansadas o mala circulación en las piernas.

Los hombres y las mujeres parecen estar afectados por igual y el número aumenta con la edad. Se calcula que la mitad de las mujeres mayores de 45 años tienen las piernas cansadas y adoloridas, y en 7 de cada 10 de las que están afectadas, el dolor es tan severo que interfiere con su vida diaria.

Asimismo, las piernas cansadas y adoloridas son un efecto de la mala circulación en las piernas. Cuando la sangre se bombea alrededor del cuerpo, se devuelve al corazón a través de las venas. Como el corazón está en una posición más alta en el cuerpo que las piernas, la sangre de las piernas debe bombearse contra la gravedad para llegar al corazón.

Del mismo modo, la contracción de los músculos de las piernas cuando se mueven alrededor actúa como una bomba, apretando las venas y empujando la sangre hacia arriba. A medida que la sangre se mueve más y más hacia arriba con cada contracción de los músculos de las piernas, se evita que se caiga de nuevo hacia abajo cuando los músculos se relajan por pequeñas válvulas unidireccionales en las venas.

Durante períodos prolongados de inactividad, por ejemplo, al estar de pie o sentado en la misma posición durante mucho tiempo, los músculos de las piernas no se contraen lo suficientemente fuerte o con suficiente frecuencia como para forzar la sangre hacia arriba.

Como resultado, la sangre se acumula en las venas de las piernas impidiendo que drenen los tejidos de la pierna. Esto puede causar una sensación de pesadez o tensión en las piernas, haciéndolas sentir dolor y cansancio.

Por consiguiente, los primeros síntomas que aparecen son sensaciones incómodas en los pies y las piernas hacia el final del día. Los síntomas generalmente se alivian con el descanso.

Las molestias pueden convertirse en calambres en los músculos de las piernas, pies fríos o una sensación de tensión en las piernas que las hace sentir pesadas, cansadas y adoloridas. Los tobillos pueden hincharse y la piel de las piernas puede picar o decolorarse, incluso, los cortes o rasguños en las piernas pueden ser lentos para sanar.

Si el dolor de piernas empeora, lo mejor es que visite a su médico de confianza para llevar el tratamiento adecuado, bien sea el consumo de analgésicos, así como tambien masajear toda la extremidad para estimular la circulación, refrescar y calmar las piernas cansadas y relajar la tensión.

ALFA