Tres letras que significan mucho,  PNL: poder curativo de las palabras, que es lo mismo que “Programación Neurolingüística”, la cual es implica la puesta en marcha de mecanismos que se basan en el poder de las palabras. Cuántos de nosotros nos hemos visto envueltos en un mar de afirmaciones o expresiones, que repetimos insistentemente, y que podrían estar haciendo daño a nuestra mente y a nuestro cuerpo.

Sabemos que  las palabras son la forma de expresión del pensamiento, y que a través de ellas comunicamos lo que pensamos sobre determinado tema, situación o acontecimiento; son vibraciones de energía que inciden en nuestra actuación en cada uno de los ámbitos en donde nos desenvolvemos; por lo cual debemos tener especial cuidado al hacer uso de ellas.

Según los principios de la Programación Neurolingüística, cada una de las palabras o frases que repetimos constantemente representan una vibración energética que incide de una u otra manera en lo que nos sucede, bien sea de manera positiva como negativa. De allí la importancia de no dejarnos arropar por el pesimismo y repetir palabras o frases que atraen situaciones o conflictos  que crean desarmonía en nuestras vidas; los cuales a su vez pueden causar dolencias físicas y/o emocionales, que repercuten definitivamente en nuestra calidad de vida.

Entonces, si la palabra tiene poder, vamos a utilizarla de una manera correcta; ya que así como pueden enfermar los cuerpos físicos, mentales y emocionales, también pueden sanarlos. Por ende, al utilizar frases positivas, como por ejemplo, estoy sano, mi cuerpo está en perfectas condiciones, mi cuerpo está libre de enfermedades, entre muchas otras afirmaciones; estamos abriendo las puertas a la salud.

Por tanto, debemos comenzar por sustituir los pensamientos y palabras negativas, por pensamientos y palabras positivas; debemos eliminar de nuestro vocabulario expresiones como: me siento mal, estoy enfermo, no sirvo para nada, no puedo sanar, etcétera, ya que dichas frases sólo traerán mayores malestares y dolencias, que son somatizadas por el cuerpo a través de la afectación del sistema mental y emocional, los cuales se relaciona y repercuten directamente sobre la salud física.

Quizás al comienzo pueda resultarle difícil cambiar su sistema de creencias, pero si lo hace con fe y con constancia, su nivel de motivación aumentará cuando vea los resultados satisfactorios; una vez que esto se logra le será mucho más fácil reforzar su nuevo sistema de creencias; y utilizará la Programación Neurolingüística en su día a día, ya que no sólo puede cambiar situaciones de enfermedad física, sino también estados de ánimos, mejoramiento de relaciones conflictivas, sanando así el espíritu y volviéndose más alegre y optimista.

La base de todo este proceso es el “creer”, ya que si no se posee la convicción de que se puede transformar la realidad, no se puede acceder a la información necesaria para obtener los resultados esperados. También es importante aclarar que este proceso será tan rápido, como lo sean sus ganas, sus intenciones y la sinceridad de sus pensamientos y palabras.

Debemos hacer un esfuerzo para cambiar de paradigma y romper esquemas, creando un nuevo sistema de creencias, en donde la Programación Neurolingüística debería tener un lugar de importancia en sus prioridades, una vez logrado esto, estamos seguros de que el camino se le hará más fácil, hasta cambiar su vida totalmente y haciendo cambiar a las personas que se encuentran a su alrededor.

Pero si la gente a su alrededor se resiste al cambio, y no quiere aceptar que las palabras tienen poder curativo desde el punto de vista físico, mental y emocional, al punto de transformar realidades de vida, entonces debe seguir su camino evolutivo de manera individual, pero jamás se salga del carril por culpa de las personas que son incrédulas, demuéstreles con hechos que sus convicciones y nuevo sistema de creencias es efectivo y sobre todo positivo.

Sólo así podrá  optar a una vida feliz y armoniosa, en donde la enfermedad no es bienvenida, y si llega, tendrá un fuerte contrincante que la atacará hasta eliminarla, a través de herramientas eficaces, donde la mente y las palabras positivas son fundamentales para bloquear los efectos negativos del ambiente.

Todo este proceso que la PNL o  Programación Neurolingüística activa en pro de nuestro bienestar; representa en sí una disciplina mediante la cual se ha tratado de explicar la forma cómo funciona nuestro cerebro, para de esta manera poder encontrar las  definiciones precisas de los patrones mentales.

Por tanto al tener la información necesaria sobre dichos patrones y funcionamiento del cerebro, estamos en capacidad de conocernos, de evaluar los pensamientos, expresiones, actitudes y comportamientos que nos están afectando, y una vez reconocidos y aceptados podremos entonces cambiarlos  con la utilización de técnicas y métodos específicos que mejorarán nuestras habilidades de comunicación.

Dentro de estas técnicas y métodos se encuentran los llamados reencuadres, la visualización, la línea del tiempo, el cambio de historia, los mapas mentales, entre otras, los cuales nos ayudarán a reprogramarnos en positivo para lograr los objetivos y metas propuestas de acuerdo a nuestros proyectos de vida, o para cualquier objetivo micro relacionado con alguna situación que queremos mejorar.

Es así como, mediante el PNL o Programación Neurolingüística podemos adquirir consciencia plena del lenguaje adecuado que debemos utilizar, de las expresiones y afirmaciones que refuerzan nuestro lado positivo  y que por ende necesitamos para lograr resultados satisfactorios a nivel personal, familiar y social; partiendo de la premisa de que la comunicación en sus diferentes formas es fundamental para optimizar nuestras relaciones personales, y lograr los cambios importantes y trascendentales en nuestras vidas; a través de un modelo dinámico que permite comprender la manera idónea en que  el ser humano se comunica consigo mismo y con su entorno.

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Por ende, la Programación Neurolingüística (PNL) viene a representar una eficaz herramienta para cambiar paradigmas, la cual fue desarrollada por primera vez en los años setenta en Estados Unidos, por el especialista en informática y psicoterapeuta Richard Bandler y John Grinder,  profesor universitario en la cátedra de  lingüística de la  Universidad de Santa Cruz en California.

Estos investigadores lograron resultados satisfactorios al analizar las diferencias entre los profesores de cátedras a las que asistían pocos estudiantes y aquellos   cuyas clases se llenaban, a pesar que todos tenían un nivel de preparación y conocimientos similar.

De este modo, con el objetivo de explicar el por qué existían estas diferencias, comenzaron  a estudiar a los métodos que utilizaban profesionales catalogados como excelentes  en su profesión,  la mayor parte de ellos comunicadores y terapeutas, tales como Milton Erickson, creador de la hipnosis Ericksoniana y especialista en Hipnosis Clínica;  Virginia Satir, pionera en Terapia Sistémica Familiar; Fritz Perls, Creador de la Terapia Gestalt y Gregory Bateson, antropólogo y pionero en ciencias sociales y verbales, entre otros.

Después de desarrollar esta investigación, Bandler y Grinder sistematizaron  los patrones mentales similares en estos profesionales, logrando identificar  patrones de excelencia efectivos que posteriormente pudieran ser utilizados por cualquier otra persona, para así evaluar si dichos patrones arrojaban resultados satisfactorios como los obtenidos por los profesionales antes mencionados.

A  todo este proceso de análisis, interpretación y sistematización de patrones se le consideró una disciplina, a la cual llamaron Programación Neurolingüística, PNL, debido a que el término programación se deriva de las matemáticas y de la cibernética, y por ende nos encontramos programados por los recuerdos y los aprendizajes que adquirimos a través de las  experiencias y el sistema de  creencias, por lo que poseemos en nuestro cerebro programas mentales y patrones de comportamiento sobre los cuales funcionamos.

Por otra parte, el término “Neuro”, forma parte del nombre de esta disciplina, debido a que en el proceso del flujo de la información estamos en la capacidad de desactivar  programas ejecutados por  las redes neuronales y asimismo  activar otros programas más positivos que nos permita cambiar paradigmas.

Finalmente, la palabra lingüística, debe su uso al hecho de que se hace necesario un sistema de preguntas basadas obviamente en el lenguaje que dominemos, para así alcanzar  conocimientos más profundos de los individuos y de sus patrones dominantes.

Utilizaron la técnica del modelado – la observación y sistematización de procesos para recrear estos comportamientos de éxito específicos. Sistematizaron los patrones para lograr que cualquier persona pueda aprenderlos y llegar a resultados exitosos similares.

De esta manera, el metamodelo lingüístico de la PNL de Bandler y Grinder ha representado un modelo  de precisión, el cual utiliza el lenguaje con la finalidad de  profundizar en el conocimiento de la persona y de su mapa mental, el cual según sus autores consta de  patrones que se dividen en  categorías:

La primera categoría son las omisiones, distorsiones y generalizaciones de la información; la cuales se hacen presentes al priorizar cierta información y obviar la que consideramos menos importancia (omisiones),  cambiamos la información a nuestra conveniencia (distorsión), o sacamos conclusiones generales basadas en experiencias anteriores para comprender la realidad, las cuales representan la base de los procesos básicos de aprendizaje.

La segunda categoría está representada por los sistemas representacionales, que explican desde la perspectiva de la Programación Neurolingüística, PNL, la existencia de tres formas de percepción  del mundo, las cuales son: la visual, la cual  corresponde a las personas que se fijan especialmente en los detalles visuales y, por tanto, sus recuerdos toman forma de imágenes, la  auditiva que identifica a las personas cuyos recuerdos se basan en las palabras y sonidos, y el nivel kinestésico, a través del cual  los  recuerdos provienen de las sensaciones corporales, como: gustativas, olfativas, táctiles.

Sin embargo, hacemos uso de todos los sentidos para lograr el procesamiento de la información, aunque tengamos un sistema representacional predominante, para así poder elaborar nuestro mapa mental con nuestro propio sistema de creencias y pensamientos, los cuales podremos sustituir en el momento en que decidamos y tomemos conciencia de lo que no está funcionando bien en nuestro entorno; y por ende, decidimos cambiarlo a través de un nuevo sistema de pensamientos y palabras, las cuales tienen un poder curativo realmente efectivo; pudiendo así sanar no sólo nuestro cuerpo mental y emocional, sino también el físico.

ALFA