En el mundo de los minerales la diversidad se desborda al presentarnos piedras de diferentes formas, tamaños y colores. Entre los colores que suelen llamar más la atención de los conocedores y consumidores de este mercado están las piedras de color verde.

Por lo general, las versiones de piedras de color verde coinciden en su belleza y valor económico en el mercado, y esto no obedece a la causalidad. El hecho de las personas se sientan atraídas por este color responde a su energía como un tono asociados a la fertilidad, naturaleza y el dinero. A su vez, se trata de un tono que no posee connotaciones positivas ni negativas, sino que se considera más bien intermedio.

Dado a que el verde resulta de la unión entre el amarillo y el azul en diversas concentraciones y tonalidades, existen más de 100 variaciones de este color y así se evidencian en las principales piedras de color verde, como por ejemplo:

Esmeralda: es la piedra verde más conocida en todo el mundo y una de las cuatro piedras preciosas al lado del diamante, el rubí y el zafiro. La historia de esta gema data desde el Antiguo Egipto en donde Cleopatra—confesa fanática de su belleza—mandaba a explotar las minas para hacer joyas.

Más tarde con la colonización española, se descubrió la existencia de un ejemplar de mucha mejor calidad de este valioso mineral en suelo colombiano, convirtiéndose en la piedra nacional de país y en uno de sus principales productos de exportación.

Turmalina: Es una de las piedras nacionales de Brasil y una de las pocas piedras preciosas que se hallan en todos los colores inimaginables, entre ellos el verde. Las turmalinas verdes se presentan en diferentes versiones, siendo las más conocidas, la turmalina cromada y el ojo de gato.

La turmalina cromada se deriva de las turmalinas que poseen ratos de cromo y son responsables de su color verde intenso. Esta versión se encuentra particularmente en África y se consigue en tamaños bastante pequeños.

Por su parte la turmalina ojo de gato se diferencia de las otras, por su verde cálido.

Debido a su característico color, las turmalinas verdes se consideran un elemento protector, capaz de eliminas las toxinas mentales y espirituales en quienes la portan y creen en su poder.

Jade Imperial: este tipo de jade, diferenciable por su tono verde es una especie que proviene de países asiáticos como China y Birmania. En ambas culturas siempre ha estado relacionado con el poder terrenal así como con propiedades energéticas y es por este motivo que se conoce como “Piedra del Cielo.”

Dada su valoración ancestral existe un dicho asiáticos que recalca su importancia y reza: “cualquiera puede ponerle precio al oro, pero el jade es invaluable”

Entre otras virtudes el jade se considera una piedra ideal para atraer el dinero, la fortuna en el amor y la buena energía a los espacios físicos en los que se utiliza.

ALFA