El color rosa es uno de los tonos más relajantes que existen y comúnmente de asocia al amor, la femineidad, la inocencia y los sentimientos puros. Este tono suele a traer especialmente a las mujeres, quienes lo utilizan en objetos especiales, como los accesorios y prendas que contengan piedras de color rosa.


Desde siempre ha existido fascinación por las piedras preciosas color rosa, tanto por su particular color, como por la rareza con la que se producen este tipo de minerales en la naturaleza. Cuando se habla de gemas en color rosa, inmediatamente se hace referencia a la espinela y a la turmalina que son las más fáciles de encontrar, con esta característica.

Existen otras versiones de más rareza y que requiere más presupuesto como los diamantes y zafiros rosados, pero también son bastante escasos.

Turmalina rosa: este tipo de piedra también se conoce como rubelita y poseen grandes cantidades de magnesio que es el mineral que le otorga su característico y hermoso color rosa. Los principales yacimientos se encuentran en la ciudad de Mina Gerais en Brasil.

Este hermoso ejemplar de turmalinas se utiliza en la joyería, específicamente en la fabricación de pendientes, collares y brazaletes. Además, tiene uso industrial, ya que es uno de los materiales requeridos para equipos de submarinos y de guerra, como los calibradores de presión. Como dato curioso, cientos de gramos de turmalina rosada se utilizaron en los sensores de presión de la bomba atómica.

Desde el punto de vista espiritual esta piedra se relaciona con el amor, en todos los sentidos; físico y espiritual. Se considera un amuleto contra los obstáculos mentales que impiden disfrutar de este sentimiento, así mismo, es una gema que conecta con la sabiduría, haciéndonos capaces de aprender a reaccionar de la mejor forma posible ante todas las situaciones de la vida.

Espinela rosada: Esta hermosa piedra debe su nombre a la palabra latina “spina” que se usó para describir sus característicos bordes afilados. Gracias a su brillo y transparencia la espinela suele ser confundida con gemas como el rubí y el zafiro y por ello no existen registros exactos de su origen, sino que se registró tardíamente como piedra preciosa en 1581.

Justamente y gracias a su parecido con piedras preciosas de mayor valor, durante muchos años los joyeros de la corona británica aseguraron que la misma estaba adornada con el famoso “Rubí Negro” de 361 quilates, solo para descubrir, años más tarde, que se trataba de una espinela.

Los principales yacimientos de la espinela rosa se encuentran en lugares remotos como Madagascar, Tanzania y Vietnam. Desde estos lugares se exportan para ser comercializadas entre coleccionistas y joyeros especializados que sepan trabajar estos ejemplares.

Diamantes rosados: es una piedra sumamente escasa que se produce principalmente en los yacimientos de Argyle en Australia. En el caso de los diamantes, su color se debe a una mayor presencia de nitrógeno.

Hoy en día, este tipo de diamante es el favorito de los coleccionistas y celebridades quienes deben pagar hasta diez veces más que por un diamante blanco.

Las piedras rosadas son escasas y costosas, pero su belleza y tonos perfectos justifican esta alta valoración.

ALFA