Existe una teoría universal que establece que las personas somos seres de energía, y que esta es la fuerza que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente; en pocas palabras, es el motor que nos impulsa a vivir. Tal es así, que todos poseemos una fuente energética que nos rodea y nos acompaña desde el momento que nacemos.
Es de esta manera, como todos los seres vivos poseen este campo electromagnético llamado aura, esta irradia una luz que es imperceptible para el ojo, y en ella se reflejan todos los sentimientos, pensamientos y experiencias que vivimos, además de las energías que nos rodean en nuestro entorno y atraemos hacía nosotros. El aura es sensible a las vibraciones energéticas, por lo tanto, las emociones o energías que percibe pueden alterarla y afectarla, incidiendo en nuestra vida.
Pero, ¿cómo hacemos para ver nuestra aura? Existen maneras en las que se puede visualizar el aura de una persona, una de ellas es a través de la cámara Kirlian, muy usada por los parasicólogos para diagnosticar a sus pacientes, este es un aparato que permite captar la energía que irradiamos en forma de luz.
Por otro lado, nosotros mismos también podemos lograr ver nuestra aura con un simple ejercicio, que consiste en colocar una cartulina blanca debajo de una de nuestras manos, miramos fijamente el centro de la mano y utilizamos la vista periférica; es decir, que aunque nuestros ojos estén viendo un punto en el medio de la mano, nuestra atención debe ir a los bordes, que es donde veremos la luz que irradiamos; lo que primero veremos será una especie de neblina, y esta, poco a poco, se irá transformando en colores.
Otro ejercicio muy fácil, consiste en ponerse de pie frente a una pared blanca y dibujar un pequeño punto en ella, luego observarlo con la nariz pegada en la pared. Es importante estar relajados y con la mente despejada y concentrada en lo que hacemos; nos quedamos mirando el punto por unos minutos, y al transcurrir el tiempo, podremos visualizar el reflejo de nuestra aura.
Es muy importante que no forcemos las cosas, nuestra habilidad para ver el aura no será inmediata, por eso al principio puede ser que no ocurra nada; para ello practicaremos estos ejercicios varias veces hasta que podamos visualizarla con mayor facilidad. Cuando logremos percibir los colores, procedemos a interpretar lo que nuestra aura nos dice, cada uno de éstos nos permiten conocer las cualidades que poseemos.
Nuestra aura refleja aproximadamente diez tonalidades, entre ellas está el rojo que representa la fuerza, la pasión y el deseo; el amarillo el optimismo; el azul la calma y silencio; el naranja la creatividad; el verde la simpatía; el negro la protección; el blanco la pureza; el rosado el amor; el marrón la tierra; y el índigo y el violeta son la practicidad y los obstáculos en la vida. De esta manera, interpretando nuestra aura, podremos conocernos mejor y atraer la felicidad a nuestra vida.
Quedé fascinada con el artículo, ya quiero empezar a practicar estos ejercicios para ver si logro ver mi aura e interpretar lo que me quiere decir.
Muy interesante, no sabía que uno mismo podía llegar a ver su propia aura, excelente información.
Muy bueno este artículo, sobre todo para aquellos que estamos empezando en este mundo de lo alternativo y las energía, gracias.
Me gustó el artículo, el aura es esa fuerza que nos mueve, por eso es bueno poder aprender a visualizarla, gracias por la información.
Excelente, muy fáciles los ejercicios para ver el aura, los pondré en práctica.