El desamor está definido, según la psicóloga, Isabel Salama por la falta de interés que siente una persona hacia su pareja. De iniciar por pequeñas muestras de alejamiento hasta culminar en el total desinterés, el desamor se caracteriza por una sentimiento de extrañeza con respecto a quien en un momento se consideró como un ser especial en la vida.
“El desamor ocurre cuando acaban las emociones positivas ante el encuentro con el otro, cuando uno tiene una sensación incluso de extrañeza ante la presencia del otro ¿Qué hago yo aquí con esta persona? Es una pregunta que dispara la primera señal de que ya no se le ama.”
Son muy pocos los casos en los que el desamor se presenta en ambas personas, por lo que sobre esto recae el dolor que genera a cada quien. La especialista agrega como recomendación el realizar un chequeo frecuente del amor, agregando los factores que caracterizan el bienestar de una pareja como lo es la comunicación, la empatía y el deseo hacia la pareja.
En caso que los resultados resulten desfavorecedores, Salama explica que es importante puntualizar cualquier manera para transformar esa situación, pues, una separación resulta mucho mejor que continuar conteniendo los sentimientos de deterioro, agonía e incluso, desesperación.
Siendo temas que trabajan desde la mente, pero también, desde el corazón y el espíritu, junto a la guía psicológica, vale tomar en cuenta aquellos aliados que desde lo enigmático, perduran como salvavidas en momentos críticos, tal es el caso del desamor.
La consultora, Rosa María Alonso, afirma que “después de comprender que no es posible continuar con un amor, que ese sentimiento por parte de la otra persona ha muerto, y, sin embargo, nosotros aun lo conservamos intacto, es mejor olvidar. Ese sentimiento se puede convertir en una enfermedad crónica que nos impida continuar con nuestra vida y que no nos permita volver a enamorarnos.”
Su particular receta del olvido inicia con un velón rojo, alfileres de acero según el número de letras que tenga el nombre de la persona a olvidar y un papel cortado a mano. “Escribe el nombre de la persona en el papel, y colócalo en la vela pegada con cera. Cada uno de alfileres deberá clavarse por encima de cada letra. Con esto no perjudicas al otro. El ritual es para desatarse de lo que se siente por él o por ella.”
El ritual debe realizarse un día martes, que según la cultura celta, corresponde a la Diosa Morrigan, reina de la fuerza y el honor. Al prender la vela debe decir: “Mi Diosa, te pido que hagas desaparecer mi necesidad de (Decir el nombre de la persona) Que no se cruce ante mis ojos y que no escuche su voz en todos los sonidos. Que todos mis sentidos sean cerrados a las sensaciones que mi amor por el me produce.” De esta forma los efectos negativos del desamor podrán controlarse, y seguir adelante en una nueva etapa de vida.
ALFA