¿Sabes qué es la kombucha?: La kombucha es una bebida no alcohólica fermentada que se prepara a base de té. La fermentación de esta bebida se logra a través de lo que se conoce como SCOBY, un cultivo de bacterias y levaduras, además del hongo de kombucha. Es, precisamente, la fermentación la que permite que el té se transforme en una bebida con una gran cantidad de vitaminas, minerales y ácidos orgánicos esenciales.

Los orígenes de la Kombucha

Ya se tiene constancia del consumo de kombucha desde hace más de 2.000 años en China. Por aquel entonces, se aprovechaban sus propiedades estimulantes y curativas. Sin embargo, también era una bebida que se solía tomar por su excelente sabor. De hecho, se habla de la kombucha como una tradición milenaria.

Los primeros consumidores de Kombucha fueron los chinos. Pero, muy pronto, desde allí se fue extendiendo por Japón, Rusia y Europa bajo el nombre de hongo de la inmortalidad debido a sus múltiples propiedades beneficiosas.

Con el paso de los siglos, la Kombucha se asentó más en Europa y en América. Llegó al Viejo Continente a principios del siglo XX. Una bebida que siguió realizándose a partir de la fermentación del té y que tiene un sabor dulce y ácido.

Microorganismos con mucho poder

 Es bastante sencillo. Se inicia con una infusión de té, normalmente verde o negro, que se azucara. A esta mezcla inicial se añade una colonia simbiótica de levaduras y bacterias, la conocida como madre o SCOBY (por el acrónimo en inglés Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast). Los microorganismos que configuran esta masa gelatinosa trabajan de forma coordinada para llevar a cabo un proceso de fermentación y conseguir una bebida naturalmente efervescente, con un gusto entre dulce, ácido y algo avinagrado, que, además de aportar salud a raudales, contribuye al bienestar general.

En nuestro país, Mūn Ferments fuimos la primera compañía en poner en el mercado una kombucha auténtica envasada en vidrio, con ingredientes 100% naturales, de primera calidad y certificado ecológico.

Sin embargo, nuestro principal rasgo diferencial fue que, desde 2015, a pesar de no estar pasteurizada, la kombucha que comercializamos es absolutamente estable a temperatura ambiente por la mínima cantidad de azúcar residual que contiene. Si lo piensas es supersencillo: ¡No había neveras en la Antigua China hace 2.000 años! La kombucha siempre se ha mantenido a temperatura ambiente, sólo las kombuchas modernas cargadas de azúcar necesitan mantenerse en la nevera para parar la fermentación de las levaduras, que irían produciendo gas hasta consumir el azúcar… o ¡explotar la botella!

Un proceso cuidadoso y paciente

Para hacer las kombuchas de Mūn se inicia con una infusión de té verde Lung Ching, el más ecológico que se cultiva en el mundo. Esta variedad se recoge en primavera y es muy apreciado por los expertos. A ésta, le añadimos azúcar ecológico de caña, que será el combustible para hacer posible la fermentación.

Una fermentación larga y paciente consigue que las kombuchas Mūn tengan una cantidad de azúcar residual mínima. Un hecho que, por un lado, beneficia al consumidor, que se ahorra consumir una cantidad importante de azúcar con todo lo que esto supone para su salud y, por otro, con beneficios evidentes para el planeta, por el ahorro de emisiones de CO₂ a la atmósfera (hasta 180 veces menos que las kombuchas que necesitan frío para conservarlas durante su vida útil), gracias a la particularidad de no tener que guardarlas en la nevera.

Los tés fermentados de Mūn Kombucha son ideales para sustituir a los refrescos. Servidos siempre en frío, se pueden consumir solos para apreciar su burbuja suave natural o añadir zumos de fruta o verdura.

Al ser un fermentado del té contiene una cantidad mínima de teína, y una graduación alcohólica inferior a 1,2º, por lo que es considerada una bebida no alcohólica. Los más atrevidos no dudan en incorporarlos a combinados para crear ingeniosos cócteles con o sin alcohol.

Para qué sirve la kombucha

El aporte de vitaminas, enzimas y antioxidantes presentes en la kombucha, traen consigo numerosos beneficios para la salud humana. Sus cualidades más notables sean quizás el poder desintoxicante y la mejora del sistema inmune. Algunos otros beneficios del consumo de kombucha son:

  • Es ligeramente laxante.
  • Mejora la digestión.
  • Alivia la artritis.
  • Regula el apetito.
  • Ayuda a combatir dolores de cabeza y migraña.
  • Refuerza el cabello y las uñas.
  • Reduce el colesterol.
  • Mejora el funcionamiento del hígado.
  • Reduce el estrés.
  • Mejora la visión en casos de cataratas.
  • Elimina infecciones por cándida

Receta de té de Kombucha

Una de las razones de la popularidad de esta bebida es que es muy fácil de hacer en casa. Hacer kombucha no requiere ningún utensilio demasiado complicado. El vidrio es la mejor opción. Todo lo que necesitas para hacerlo son hojas de té, azúcar y un cultivo activo de levadura y bacterias. La variedad de té que se fermenta es principalmente negra o verde y la cultura inicial se conoce como la “cultura madre”.

El frasco con el cultivo, las hojas de té y el azúcar se asientan durante un período de aproximadamente 10 días, durante los cuales se forma una colonia de bacterias en la parte superior del cultivo, dejando un líquido picante. Es este mismo líquido que se consume como té de kombucha. Conservar esta bebida en la despensa es correcto, sin embargo debes evitar exponer el kombucha a la luz del sol directo, mejore que esté lejos del calor o frío excesivos.

La formación de una capa blanca nublada es una señal de que el té está fermentando adecuadamente. Las partículas de color marrón que a veces se desarrollan, son partículas de levadura y son inofensivas, un subproducto natural del proceso de fermentación y no afectan para nada a las propiedades del té