Las parejas en la intimidad recurren con frecuencia a prácticas y hábitos que les permiten mantener viva la llama del amor y el sexting es una de las más interesantes. El éxito de esta práctica en las relaciones demanda de creatividad y confianza entre ambos.

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El término “sexting” se refiere al envió de contenido erótico y sexual, sugerente o explícito, utilizando el teléfono móvil. Esta forma de seducción en las relaciones amorosas, surgió como consecuencia del advenimiento de la modernización en las comunicaciones móviles y los servicios de mensajería instantánea, que son los medios más comunes para enviar este tipo de fotografías.

La práctica del “sexting” está relacionada directamente con un nivel de satisfacción sexual mayor entre quienes lo practican. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Drexel, en Estados Unidos. El “sexting” es un hábito común entre las parejas estables. En el mismo sentido, la investigación aclara que el envío de imágenes sexuales representa un escape en las conversaciones rutinarias que toda pareja mantiene, aumentado los niveles de deseo, mediante las fantasías comunicadas, usando la tecnología.

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Como todo hábito, la práctica del “sexting” involucra ventajas y desventajas. Las ventajas se evidencian en una vida sexual más plena entre la pareja y en el reforzamiento de la confianza entre ambos. Sin embargo, las desventajas se relacionan con la seguridad y específicamente, con la posibilidad de que el contenido difundido en fotografías o videos pierda su carácter de privacidad.

El uso saludable del “sexting” requiere del consenso de ambos miembros de la pareja y del compromiso de mantener la privacidad en la información recibida. Hay parejas que acuerdan eliminar las fotografías del dispositivo móvil, una vez recibidas.

El “sexting” es una actividad conocida por muchos pero dominada por pocos. Como toda acción esta también requiere el seguimiento de ciertas reglas para realizarse con éxito.

Una de las reglas más importantes de este juego que involucra la fantasía y la excitación es acompañar las imágenes con frases sugerentes y no explicativas; la ideal es generar expectación por un encuentro cercano y no decir todo lo que tenemos planeado, eliminado así, el factor sorpresa.

Otra de las sugerencias para hacer “sexting” y no morir en el intento, es mantener la honestidad. De nada sirve decir cosas que en realidad no disfrutamos y esto se note una vez llegando el momento del encuentro. Después de todo, estamos hablando con nuestra pareja estable y ella sabrá si lo que decimos es cierto o no.

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El “sexting” es cuestión de confianza y por eso debe realizarse con una pareja estable o alguien a quien conozcamos suficientemente bien, como para poner en riesgo nuestra intimidad. Hay quienes prefieren ser más precavidos a la hora de compartir este tipo de información con su pareja y por ello establecen reglas como no mostrar el rostro.

El sexting es posible gracias a la tecnología y por lo tanto, genera un tipo de satisfacción en la no necesitamos estar físicamente con nuestra pareja. En él, podemos dejar volar la imaginación y encontrar la solución a la monotonía de la rutina sexual.

ALFA