¿Por qué tanto miedo a lucir las cicatrices? Podemos decir que por un acto de inmadurez, de inseguridad o hasta de baja autoestima. Quien las luce con estilo y orgullo sabe el precio que tuvo que pagar, bien sea por dolor, enfermedad o estética. Las marcas en rostro y cuerpo no tienen por qué simbolizar complejo para la mayoría de las personas.

Seguramente usted tiene una de esas que deja la infancia, por una típica caída, esas que marcan el paso por la adolescencia, problemas de salud o algunas que no se ven a simple vista, como por ejemplo; el sentir de un gran desamor o desilusión. Cualquiera que sea su caso, no la oculte, es momento de lucirla de la mejor forma posible; aprendiendo a vivir con ellas, es una marca de belleza natural que le hace ser diferente al resto.

Lo cierto es, que por regla, ¡una cicatriz es una herida curada! Una línea de la cuál sentirse orgullosa, lo importante aquí es seguir en la lucha. Nuestras cicatrices esconden una historia, y son estas anécdotas las que nos definen; son las que nos hacen brillar y ser distintas. Usted no tiene que cambiar para agradar a otros. En vez de eso, acéptate, levante su cabeza con vanidad y demuéstrale a todos lo segura y feliz que es.

Tenga siempre presente que usted es mucho más que una cicatriz en el rostro, cuello o cualquiera que sea el lugar donde la tenga, es un gran ser humano, valiente, hermosa, con una actitud radiante. Así que, lo último que debe permitir, es sentirse mal por una cicatriz; por ello, repita una y otra vez: ¡claro que puedo aprender a vivir con ellas!

SIENDO BELLAS CON CICATRICES

Mírelo como si fuese una enseñanza, una experiencia de vida; las cicatrices no son malas, son recuerdos buenos o malos, siempre tienen algo que contar. Además, actualmente hay muchos métodos para disimularlas, tratamientos y hasta productos que la desaparecen con el pasar del tiempo; muchas opciones que minimizan la visibilidad, haciendo que la piel luzca más limpia y el autoestima resulte menos perjudicada.

Para borrarlas o atenuarlas hoy le recomendamos visitar a un especialista, dermatólogo o cirujano según sea el caso; muchos de estos procedimientos hoy día, pueden ser desde la aplicación de remedios caseros, la inspección de un esteticista o pasar por un quirófano; siendo los tratamientos más comunes  las cremas, pastas o geles. Si la cicatriz ha generado herida profunda, está la opción de una cirugía con injertos de piel.

Y las buenas noticias continúan porque nunca faltan los consejos de la abuela, esos caseros, súper efectivos y económicos a la hora de tratar esas marcas de la tez tales como la sábila, el uso de la miel con azúcar, el aloe vera, el aceite de ricino, entre otros.

No se trata de ocultarlas, sino de aprender a seguir adelante con ellas, porque cada cicatriz es una señal de que usted está viviendo, siendo feliz y luchando con valentía, ¡no tenga miedo de exhibirlas, crea en usted!

ALFA