Las maravillas naturales de Italia son muchísimas. Hermosos paisajes, aguas de un azul infinito, montañas imponentes que cautivan a todo aquel que la visita. Este país lleno de contrastes, historia y cultura les ofrece a los turistas destinos naturales que los sorprenderán. Le invitamos a conocer siete de las maravillas naturales de Italia que deseará visitar.
Maravillas naturales de Italia
1. Archipiélago La Maddalena, Cerdeña
En este archipiélago todo nos invita a disfrutar de su belleza. Desde las playas de Budelli, las esculturas de roca talladas por el viento de Razzoli, hasta las calitas escondidas de las islas de Spargi y Caprera forman un impresionante conjunto de belleza natural de más de cincuenta mil hectáreas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El archipiélago está conformado por 62 islas y 7 islotes. Entre las más importantes son las islas de Maddalena, Spargi, Spargiotto, Budelli, Santa María, Santo Stefano, Caprera, Razzoli, la Presa, Barrettini, Piana, Corcelli, Porco y Bisce. En ellas encontramos más de 700 especies de fauna, 50 de ellas endémicas.
La joya del archipiélago es la isla de la Maddalena, por sus magníficas playas de arena brillante y aguas azul turquesa cristalinas y su espectacular fondo marino. Además, se encuentran algunas de las playas más hermosas del Mediterráneo, como la famosa playa rosa de la isla Budelli. Así como las célebres Cala Coticcio, Brigantina y Portese en Caprera. En Spagi la Cala Corsara y Cala Granara en Spargi. Y, Cala Lunga en Razzoli.
2. Gruta Azul, Campania
Es una de las impresionantes maravillas naturales de Italia que parece sacada de una película. La Gruta Azul es un sistema cárstico de cavidades subterráneas abiertos al mar. Gracias a un efecto luminoso creado por el hipnotizante azul del mar Tirreno y la luz de sol que entra por la cueva, esta se convierte en un verdadero espectáculo visual que embelesa a quien la visita.
El acceso a la cueva se da por vía marítima, atravesando una hendidura existente en la roca de dos metros de altura por otros dos de anchura. Sin embargo, este acceso se reduce a sólo un metro de altura debido a que a nivel del mar. Por esta razón, se les pide a los visitantes acostarse en el fondo de la barca en el momento de entrar. Una vez que se ha pasado ese el arco de entrada, se pasa directamente a la conocida Catedral Azul. Un espacio que sorprende al visitante por su inesperada amplitud, 22 metros de profundidad por 25 metros de ancho y 60 de largo.
Dentro de la Gruta azul, observar el azul casi fluorescente del agua es una experiencia increíble. Es asombroso como ilumina la cueva. Aunque la espera para poder acceder a esta gruta puede ser muy larga (hasta más de una hora) debido a la cantidad de visitantes que atrae, los escasos cinco minutos que dura el recorrido dentro de la Gruta azul, merecen la pena.
3. Termas de Saturnia, Toscana
La Toscana italiana nos ofrece una de las más hermosas maravillas naturales de Italia, las Termas de Saturnia. Aunque aquí también se encuentra los Bagni San Filippo, las Termas de Montecatini y Bagno Vignoni, las aguas termales de Saturnia son las más concocidas. La Toscana es una de las regiones del mundo que más termas y balnearios posee.
Las Termas de Saturnia se encuentran en la zona más meridional de la Maremma toscana y reciben cada año miles de personas. Generalmente, los que visitantes son aquellos que practican un tipo de turismo de bienestar y salud. Por lo que estas termas son un gran destino para ellos, ya que sus aguas sulfurosas poseen extraordinarias propiedades benéficas y terapéuticas.
La belleza de las Termas de Saturnia radica en sus piscinas naturales escalonadas con pequeñas cascadas, conocidad como Cascadas del Molin. Además, de su gran cascada. El origen de las Termas de Saturnia es un riachuelo, el Gorello, que nace en el Monte Amiata, volcán extinto, que se encuentra a espaldas de Saturnia y domina el Valle de Orcia. Es un placer disfrutar de un buen baño de aguas humeantes en estas piscinas blancas, debido a la piedra calcárea.
4. Islas Eolias, Sicilia
Las Islas Eolias, también llamadas Eolicas están situadas en la provincia de Mesina y frente a las costas de Milazzo. Este archipiélago está formado por siete islas principales: Lipari (la capital), Alicudi, Filicudi, Panarea, Salina, Stromboli y Vulcano.
Cuenta con apenas 13.000 habitantes que se reparten entre todas las islas eólicas. Su origen fueron volcanes submarinos que emergieron a la superficie hace dos millones de años. Actualmente, sólo los volcanes de Stromboli y Vulcano se encuentran activos.
Las Islas Eolias ofrecen a sus visitantes un verdadero paisaje de descanso, con aguas transparentes, y baños de lodo termales, popularizados por películas como Stromboli de Roberto Rosellini, o Vulcano, con Anna Magnani. Esto permitió poner en boca de todos los italianos los parajes de sus islas, promoviendo su turismo y consiguiendo que la Unesco declarase el conjunto de islas Patrimonio de la Humanidad.
5. Valle de Orcia, Toscana
Nuevamente la Toscana nos brinda una de las maravillas naturales de Italia. El valle del Orcia, Val d’Orcia o Valdorcia, es una de las comarcas más bellas de Toscana. La región del Orcia, situada al sur de Siena enlaza en un pequeño territorio una gran variedad de atractivos. Logrando que la zona sea incluida en el Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.
La belleza natural muy particular del Valle del Orcia son un deleite. Relieves y paisajes herederos de millones de años de historia geológica. Sin embargo, a pesar de que otras zonas de Italia hayan sido maltratadas por el urbanismo, el valle del Orcia ha mantenido su encanto. Cuenta con naturaleza bastante preservada con una humanización del relieve, de los campos de cultivo y las zonas residenciales.
Es sin dudas, un paisaje único que se ha convertido en imagen idílica de Toscana. Las colinas y montes, acompañados de hermosos pueblos con balcones sobre las cornisas rocosas, Además, de los palacetes y casas solariegas protegidas por hileras de cipreses y campos que cambian de color con la estación, hacen del Valle de Orcia un destino natural imperdible de Europa.
6. Dolomitas, Trentino Alto Adigio
Esta cadena montañosa se encuentra en el norte de Italia, en la frontera con Austria y Suiza. Trentino Alto Adigio es entre las regiones italianas la más conocida por la belleza de sus montañas. Su territorio se extiende desde el grupo de picos del Adamello – Brenta y desde la cima Ortles y Cevedale, hasta los relieves más sugestivos de Europa: las Dolomitas de Val di Fassa, Brenta, Val Gardena y Val di Fiemme.
Este escenario rocoso tiene una extraordinaria variedad de paisajes. Majestuosas cumbres cubiertas de nieve, bosques, amplios valles, cursos de agua y lagos. Así como pueblos de ensueño con sus campanarios y cientos de tonos de una naturaleza auténtica y virgen.
Además de su belleza, esta zona cuenta con una enorme área de centros de esquí. Cientos de kilómetros de pistas que ponen a esta región a la vanguardía turistica. Madonna di Campiglio, Canazei, Moena, San Martino di Castrozza son los más renombrados destinos. Estos son visitados tanto en invierno como en verano para unas vacaciones a la conquista de la naturaleza, el deporte y la diversión.
Trentino Alto Adigio tiene también un importante patrimonio cultural. En esta región se encuentran restos prehistóricos, mágicos castillos, santuarios y ciudades de gran valor histórico y artístico. Como si fuera poco, también ofrece localidades termales que brindan tratamientos y curas para el cuerpo. Algunas de las más conocidas son Merano, Lèvico Terme, Peio, Rabbi y Comano Terme.
7. Costa de los Dioses, Calabria
Se trata de las playas que se extiende entre Pizzo y Nicotera, pasando por localidades emblemáticas como Tropea y Ricadi. Hermosos paisajes mediterráneos de farallones, arenas doradas y un mar espectacular, hacen que la Costa de los Dioses sea una de las maravillas naturales de Italia.
Esta zona costera se encuentra en la punta de la “bota de Italia” y se extiende a lo largo de 55 kilómetros. A lo largo de la costa el visitante puede deleitarse con sus extensas playas de agua cristalina. Además, a medida que se avanza por el territorio se pueden observar sus vastos acantilados y muros de piedra situados para preservar el entorno. Un impresionante placer visual.
Ese pequeño rincón de Calabria, con la famosa iglesia de la Madonna del l’Isola, se lo considera uno de los rincones más fotografiados del Mediterráneo italiano.
ALFA