Desde el principio de los días, los tatuajes han dicho presente en la vida cotidiana del hombre, han pasado de ser catalogados mágicos talismanes curativos, al ser colocados sobre áreas del cuerpo afectadas por algún terrible mal, hasta ser parte de rituales de valentía y ser considerados un paso de la niñez a la adultez, los tatuajes siempre han marcado la existencia del ser humano.

Pese a que en la época del cristianismo fue prohibido y considerado un acto satánico, con el pasar de los años retomó su auge al ser considerado un medio irreverente para expresar un mensaje al resto del mundo, en la época de los años 60 los tatuajes de la mano de los hippies llegaron con un derroche de color transformando ese estigma negativo aún existente para muchas personas, quienes consideraban los tatuajes como una forma baja de llamar la atención, en un grito colorido con un mensaje.

Según el lugar del cuerpo que se realice el tatuaje, así como el tamaño, el color y hasta la forma del mismo, se transmite un mensaje y al tiempo se deja ver un poco de la personalidad de su portador. Actualmente muchos artistas y deportistas lucen con orgullo diferentes diseños en sus cuerpos, algunos con intenciones decorativas, otros con razones sentimentales, como tributo a seres amados. Pasan de ser pequeñas frases a dibujos detallados, así como figuras abstractas que encierran un sentimiento en su razón.

Los artistas tatuadores son comparados con grandes pintores al estilo de Picasso o Dalí, debido a sus técnicas impecables y su compromiso magistral con cada una de sus obras, sin importar el tamaño o lugar a realizar, entregan cada gota de pasión en su creación. Si nos vamos un poco a la “psicología del tatuaje” las personas que deciden tatuarse en el cuello y rostro denotan rebeldía y se caracterizan por ser personas muy extrovertidas y amigables, dicen lo que piensan sin filtro alguno y se sienten libres.

Tatuarse en la espalda y en el pecho, habla de la fuerza y coraje de la persona, su valor al enfrentar las diversas situaciones que surgen durante su vida y la motivación de continuar pese a las adversidades; por otro lado, los tatuajes en los tobillos y pantorrillas definen a personas equilibradas que saben cómo y cuándo actuar, es fácil para ellos tomar decisiones correctas en el momento necesario. Quienes se tatúan en la espalda baja así como en el vientre, son personas misteriosas y sexys, se atreven a reinventarse con el transcurso del tiempo, su norte es el constante cambio y se mantienen positivos ante él.

El ser humano necesita expresarse y desde el primer momento ha encontrado la forma de hacerlo, hoy por hoy es fácil comprender que los tatuajes van de la mano con esa forma artística de establecer quiénes somos, que queremos y la forma en la que lo queremos, algunos se tatúan grandes diseños en espaldas y pechos, otros delicados y diminutos mensajes en muñecas y dedos, hay quienes prefieren frases en sus antebrazos y pantorrillas pero en el punto de convergencia todos coinciden en que es una forma original y personal de transmitirle al mundo su verdad.

ALFA