El elemento fuego es uno de los regentes presentes en varias culturas, al cual se le señala el origen del mismo Universo y de la humanidad. Presente también en varias creencias ancestrales como el esoterismo y la masonería. El significado del elemento fuego ha llegado a ser tal que incluso existe toda una religión que se centra en su adoración.
En el Antiguo Egipto, el fuego se veía como una representación del Sol en la Tierra. Signo de vitalidad y salud, este elemento fue venerado por pueblos primitivos, cuyas creencias fueron colectadas por el antropólogo, James George Frazer. Desde ritos en hogueras, hasta el uso de las cenizas, el fuego ha demostrado ser un importante motor para el desarrollo de las actividades necesarias en la vida del ser humano.
Los Festivales Ígnicos resultan una de las más célebres fiestas que rigen en torno al poder del fuego, viéndolo como una provisión de luz, que permanece entre los hombres a fin de beneficiar ritos de purificación, y destrucción de todo mal. El poder de la vida sobre las tinieblas, tal como se ejemplifica con el espíritu del principio luminoso.
Otro de los significados que Frazer resumió en ‘La rama dorada’ yace que los primeros campesinos danzaban alrededor de hogueras durante temporadas específicas, tal como la víspera de todos los santos, celebrada el 31 de octubre; la víspera de navidad, celebrada el 24 de diciembre; y la víspera de la epifanía de los reyes magos, celebrada el 6 de enero.
Por otra parte, el fuego representa para la astrología como una de las fuerzas básicas que rige a parte de los signos zodiacales, pero también mantiene influencia sobre el resto de sus compañeros celestes. Según la especialista, Ana Fernández, las fuerzas básicas forman parte de la creación de los sentidos que permiten la percepción de las sensaciones.
“Los elementos abarcan todo lo que normalmente percibimos y experimentamos. Es cierto que simbolizan los cuatro estados de la materia descritos en la física moderna, y, en el caso del fuego este elemento se refiere a una energía radiante universal, una energía que es excitable, entusiasta y que, a través de su luz, aporta color al mundo.”
Asimismo, otro significado sacramental del fuego queda establecido mediante el zoroastrismo. Originado en los primeros asentamientos que contó Irán durante el siglo II antes de Cristo, esta concepción del fuego le otorga el poder de conectar a los creyentes con sus deidades, permitiendo la dualidad de elevar el sacrificio ofrecido a los dioses hasta su celestial lugar de descanso, como el habilitar un medio de comunicación para recibir mensajes enviados por las deidades.
El fuego es un elemento que ha concretado la superación del ser humano en diferentes niveles y ámbitos de su vida, desde el científico e industrial como el espiritual y religioso. Símbolo de carácter, vida, y deseo, el fuego permite ir más allá de las barreras, y dar ese empujón extra que en su destino amerita.
ALFA