Las imitaciones fueron creadas para satisfacer las necesidades de un grupo de habitantes que no contaban con el dinero para adquirir los modelos originales de distintos productos. También se hacían para aprovecharse de aquellos inexpertos que, poseyendo una joya verdadera, confiaban en otros que realizaban copias para venderlas en los mercados de joyería, pinturas y adornos, exhibiéndolos como originales y dándoles un valor casi tan elevado como los genuinos.

En el mundo de la artesanía y la joyería, la copia de piezas es frecuente y la piedra de jade no es la excepción. Una pieza original de jade tiene ciertos rasgos característicos que la hacen diferente, incluso entre las piedras del mismo tipo. Pero así como es posible reconocer esta piedra única, se pueden reconocer las imitaciones.

Un jade verdadero no tiene burbujas de aire en su interior. Para poder notar este detalle, debemos colocar la pieza debajo de una luz intensa, que la irradie de manera directa. Si notamos en la piedra algún tipo de ramificaciones color verde olivo o alguna grieta interna, es posible que sea un jade genuino.

Con la temperatura también podemos detectar si la piedra es en realidad lo que aparenta ser. Esta roca se siente fría, indiferentemente de las circunstancias climáticas. Para saber esto, debemos empuñarlo en la mano, hasta que este se adapte a la temperatura del cuerpo; luego, colocamos el cristal a nuestro lado por 30 segundos, lo siguiente será tocarlo con la punta de la lengua. Si la sensación al contacto es fría, entonces poseemos un jade original.

Otra de las opciones para saber si nuestro accesorio es real, es tratando de rayarlo; esta roca es sólida en su consistencia. En el jade buscamos un lugar disimulado y con un alfiler o algún objeto de metal, le hacemos un pequeño rasguño. Un jade que no es copia, no se inmuta ante este tipo de daño.

Con nuestra mano, también es posible evidenciar si esta piedra es o no una imitación. Esta gema presenta mínimas grietas, lo que significa que si la pieza es real, al deslizar nuestra uña se deberían de sentir; si es falsa, ese paso de nuestro dedo por la superficie de la roca se dará sin detenimiento.

El jade, al chocar con algún metal o con el ágata, puede generar un sonido similar al de una campana. Por el contrario, cuando la pieza es falsa, el sonido que reproduce es similar al de dos copas al chocar.

Una piedra jade original tiene varios tonos en su interior y muestra una apariencia cremosa u opaca. Si la piedra es unicolor, o con un brillo inusual, no es verdadera.

Estas sencillas técnicas son aplicables en cualquier situación, si lo que buscamos es identificar si la piedra jade que tenemos o vamos a comprar es real. Usar imitaciones tampoco es malo, siempre que sea lo que deseamos, y no lo que el comprador nos está ofreciendo como “original”.

ALFA

5 comentarios de “TÉCNICAS PARA DETECTAR UN JADE DE IMITACIÓN

  1. Ricardo Caldera dice:

    Es interesante poder conocer esto que la réplica de jade no tiene las mismas propiedades ni beneficios que tiene un jade original.

  2. Andrea Morango dice:

    Buena información, también es bueno saber que algunos jades genuinos pueden ser blanqueados químicamente, lo que implica que perderá rápido ese color que posee, porque no es natural.

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