El origen de los tesoros sudafricanos de Paul Kruger se produce durante la Segunda Guerra Boers entre los años 1899 y 1902, cuando unos descendientes de los colonos holandeses de Anglo-Boers, se percataron de que la ciudad de Pretoria sería capturada por las tropas británicas, y se apoderaron de todo el oro de las reservas gubernamentales, originarias de bancos y minas, que convirtieron en monedas de oro.

Según cuenta la leyenda, parte de ese oro, valorado en 1,5 millones de libras, fue trasladado en tren, vía Mozambique, por Paul Kruger, quien fue presidente de la República Sudafricana y líder de la resistencia bóer contra el Reino Unido, que luego viajo a Francia sin llevar el oro, dando lugar a la misteriosa desaparición del tesoro.

El tesoro conocido como los millones de Kruger consiste en un número indeterminado de monedas de oro, cada una de ellas con la imagen de Paul Kruger y fueron acuñadas con el fin de financiar la lucha de su pueblo contra el Imperio Británico.

Las libras del año 1900 son de oro puro al 95% con aleación de otro metal, ya que el oro puro es muy blando. Su valor viene dado por la conexión con la historia de Sudáfrica, no tanto por su peso.

Se presume que el tesoro quedó escondido en North Eastern Transvaal, el cual podría haber sido enterrado por Kruger en algún lugar de la Provincia de Mpulanga junto al Río Blyde, en el actual territorio de Mozambique, con la finalidad de que al culminar la guerra se convirtiera en el sustento económico de los Boers.

Otra teoría afirma que una parte importante del tesoro fue utilizado para financiar el resto de la guerra, y se presume que Kruger y su compañía se apoderaron de una buena cantidad llevándola a Europa por barco cuando fueron al exilio. El botín incluye monedas de oro, lingotes, polvo de oro, lingotes de plata y monedas, que actualmente está valorado en 250.000.000.00 millones de dólares.

En el año 2001, cuando Sudáfrica se encontraba en plena fiebre del oro, un empresario realizo un descubrimiento cerca de Ermelo, de una caja con monedas de oro que se presume era parte del tesoro de Paul Kruger, y que luego de su extracción le fuera robada.

Durante más de un siglo los cazatesoros dirigieron sus esfuerzos para encontrar el Tesoro de Kruger, que de acuerdo a la leyenda de un soldado había sido encargado de enterrar el tesoro en un lugar secreto.

Por otra parte, expertos aseguran que las monedas de oro quedaron en el tren y los acreedores se enteraron del suceso, por lo que fueron a cobrar y todas las monedas fueron utilizadas para cancelar las deudas, no quedando monedas para ser enterradas.

El tesoro de Paul Kruger continua siendo una leyenda ya que no hay manera de comprobar ninguna de las historias, ya que expertos afirman que las pequeñas cantidades de monedas encontradas pertenecían a granjeros que las enterraron para protegerlas y no se corresponde con el botín enterrado por el legendario soldado.

ALFA