Los tipos de creencias de los seres humanos forman parte de sus esquemas mentales, y cumplen la función de marcar el modo en que reaccionamos frente a las experiencias, asumiéndolas como verdades o falsas, aceptándolas o no.
Estas creencias son de índole religiosa, espiritual, cultural y un sinfín de aspectos que envuelven el desarrollo de la vida. Estas no se caracterizan por ser correctas o incorrectas, sino que se adquieren según el tipo de educación de cada quien y marcan el desarrollo de las acciones presentes y futuras.
Según la psicóloga y autora, Janoff Bulman, las personas desarrollan un sistema conceptual que les permite funcionar eficientemente y crear expectativas del mundo y de sí mismos. En ese sentido el sistema de creencias hace que seamos exactamente lo que pensamos.
El poder de nuestras creencias nos define de tal modo que gracias a ellas somos capaces de triunfar o fracasar en las acciones que emprendemos a la lo largo de nuestra vida. Asimismo, existen dos tipos de creencias que debemos saber diferenciar: las globales que determinan nuestra valoración de la vida o de las circunstancias en general, por ejemplo la vida es hermosa, los hombres son fuertes, entre otras. Por otro lado están las reglas, que son precisamente las que condicionan nuestro modo de actuar: si tengo dinero, la gente me respetará.
De este modo, las creencias pueden ser limitadoras o potenciadoras: las primeras son las que creamos a nuestro favor y en consecuencia nos hacen estar más seguros de nosotros mismos y sentirnos seguros de alcanzar todo aquello que nos proponemos, mientras que las otras, como su nombre lo indica afloran nuestros temores inhabilitándonos para tomar riesgos. Una vez que identificamos cuales de estas creencias pesan más en nuestras vidas podemos actuar; si lo hacen las limitantes debemos tener el valor de reconocerlas y cambiarlas a nuestro favor, mientras que si lo hacen las potenciadores debemos estar seguros de ser objetivos y que nuestra percepción no este alejada de la realidad.
Muy relacionado con las creencias están los valores, que son los estados a los que cada persona les da importancia. Es decir; el éxito, la felicidad, el amor, la libertad, seguridad, etc. Cada valor indica un nivel de jerarquía de nuestros intereses y los identificamos como indicadores de placer y dolor. Ampliamente relacionados con las creencias y las reglas estos forman parte de los esquemas que nos ayudan a dotar de significado nuestras acciones.
Las creencias marcan la vida de todos los seres humanos. Por supuesto, estas varían para cada uno, de acuerdo con el entorno y educación recibida. Los tipos de creencias de los seres humanos no tienen la misión de ser lógicas ante los demás, dado a que su valoración es absolutamente subjetiva.
Las creencias tienen una función poderosa en nuestra conducta, ya que como bien lo decía Stephen Crane. “Quien puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino.”
ALFA