Si usted es una persona a la que le encanta comer y viajar, no puede dejar de leer esta pequeña guía de los mercados más famosos de América, ya que con esta información podrá conocer qué ciudades de este continente tienen los mejores víveres para degustar los excelentes platos tradicionales de cada región; además, de familiarizarse con los alimentos típicos que allí podrá encontrar, una vez decida viajar y llegar hasta cada uno de ellos.

Es normal escuchar de muchos viajeros, que una forma de conocer los pueblos y ciudades que usted visite es ir al área donde se encuentren sus mercados populares, al igual que ciertas calles, restaurantes, iglesias o algún otro sitio específico que resalte la región que este visitando. Y en verdad hay que darles la razón, pues transitar un mercado popular en México, Ecuador, Colombia, entre otros, es interactuar con su gente, los acentos, las monedas, sus artesanías, los diferentes alimentos autóctonos y el sabor de alguno de sus platos que en estos lugares se cocinan en las calles directamente.

Ahora bien, antes de seguir paseando por estos lugares sociales, populares y tradicionales que se han reproducido en todas partes del mundo, entérese un poco sobre la historia y el origen y, del por qué hoy día, a pesar de los automercados o cadenas modernas de ventas de alimentos empaquetados, los mercados siguen siendo sumamente visitados y preferidos.

Para comenzar, el concepto más sencillo que se consigue en el diccionario, de la palabra mercado, hace referencia al sitio en el que se venden y distribuyen productos de todo tipo, ya sea al mayor o al detal y donde las personas realizan sus compras diarias o semanales. Igualmente, se indica que la palabra proviene del latín «Mercatus» y que desde la antigüedad ya se realizaban esas reuniones de comerciantes y clientes; por lo que se considera que estos mercados populares de comidas, datan más allá de la Edad Media y es posible que sus orígenes sean árabe o asiático.

Asimismo, durante la Edad Media, se conocieron tres tipos de mercados de alimentos: el mercado diario, el mercado semanal y las llamadas ferias de comida. De tal manera que el mercado diario que se realizaba en las plazas, frente a las iglesias era para vender los productos agrícolas que los campesinos locales recolectaban cada amanecer. Por su parte, el mercado semanal era de mayor alcance que el primero. Se realizaba en los lugares con mayor prestancia económica y abarcaba una cantidad de visitantes, tanto de la villa donde se realizaba, como de lugares cercanos. Era de carácter comarcal.

Por último, las ferias de comida, que se celebraban dos veces por año y que eran de carácter regional, recibían a los productores agrícolas, artesanales y mercaderes en general. Solían realizarse durante las festividades religiosas o tradicionales y tenían la duración de una semana a quince días. No obstante, a medida que las comarcas fueron creciendo, estos mercados que se realizaban al margen de las villas antes de entrar propiamente al pueblo, comenzaron a extenderse y tomaron gran importancia en la economía de las regiones. Igualmente, se diversificaron, se ampliaron y se convirtieron en una fluida red comercial controlada por los señores feudales.

Con la llegada del europeo a América, estos mercados con sus formas comerciales se impusieron y se copiaron, llegando a permanecer hasta hoy día, tal cual en cada región, unos con mayor importancia que otros, pero siempre con la concepción intrínseca de la idiosincrasia de los lugareños, sus costumbres y alimentos variados, según el clima.

Ahora bien, dentro de los países con mayor cantidad de mercados populares se encuentra México, ubicado en el extremo meridional de América del Norte. En él podrá encontrar el mercado mayorista más grande del continente americano, la Central de Abasto, ubicado en el Distrito Federal. Este sustituyó, de alguna manera al mercado de la Merced, que aún existe en el casco histórico.

Se tiene información de que es el segundo centro económico del país, después de la bolsa de valores. Sus puestos de ventas están conformados por legumbres, hortalizas, flores, carnes y pescados, entre otros productos. Normalmente es visitado diariamente por unas 350.000 personas; pero si es cerca de alguna festividad, es posible llegar hasta 500.000 personas por día.

Este mercado mayorista surte a grandes abastos, chef de restaurantes de lujo y pequeños vendedores de puestos ambulantes; además, es visitado por algunos turistas que se atreven a sumergirse entre gritos y variedades de alimentos. Igualmente, es el responsable de fijar los precios de la canasta básica a nivel nacional. Pero si quiere algo menos imponente, más sencillo para recorrer y comprar, puede visitar el exótico mercado de San Juan, ubicado en la calle Ernesto Pugibet, entre José María Marroquí y Luis Moya.

Este mercado es uno de los más tradicionales, antiguos, completos y exóticos de Ciudad de México; allí puede conseguir desde conejo, carnero, iguana, zorrillo, venado, carne de jabalí, cocodrilo de Florida, entre otras carnes exóticas. Igualmente, lo más famoso del mercado son los puestos de pescado, donde usted podrá escoger entre el salmón, atún, el percebe, langostino danés, cangrejo de Alaska, anguilas, mantarrayas, huevas de lisa, escorpiones, ranas, gusanos de maguey, chapulines, caracoles de tierra y partes de la comida prehispánica.

Asimismo, las frutas que usted quiera, las hortalizas y verduras típicas de México, e inclusive de países asiáticos, los lácteos, quesos europeos, pastas italianas, aceites de oliva, embutidos, entre otros, se exhiben para que usted pueda darse el gusto que desee.

No obstante, otra variedad de mercados como el de Hechicería en Bolivia, lo dejará con la boca abierta. Está ubicado en una de las calles más exclusivas de La Paz y en él se encuentran infinidades de detalles relacionados con la brujería, tales como remedios y plantas tradicionales, fetos de llamas para plantar en las casas y protegerse; además, amuletos de todo tipo y las famosas cartas del tarot que se las puede leer al instante si lo desea. Igualmente, hay puestos con artesanía tradicional, bellas telas y clásicos charangos.

Por la misma línea, pero en cuanto a la artesanía, está el mercado de Otavalo, en la ciudad indígena del mismo nombre, en Ecuador. Muchos viajeros opinan que los precios son bastante económicos y allí podrá obtener hermosos tejidos tradicionales, gorros, guantes, hamacas y ropa muy caliente que necesitará por las bajas temperaturas del lugar. La mayoría de sus vendedores son mujeres que desde muy temprano se ubican en sus puestos de ventas, tejiendo la mercancía que venden.

Ahora bien, si por casualidad usted ha escogido llegar hasta Brasil, en la ciudad de Belem, encontrará uno de los mejores mercados de la región, el mercado de Ver-o-peso, que funciona desde 1625. Muchos piensan que más que un mercado es una feria, pues además de encontrar los víveres típicos de la región, hortalizas, verduras, carnes exóticas de todo tipo, flores, frutas, pescados, artesanías típicas y puestos de comida al aire libre, también se suman los músicos, que hacen pequeñas presentaciones. Toda una experiencia colorida y bohemia.

Si sigue un poco más en este recorrido de famosos mercados de América y puede llegar hasta Perú, encontrará en el Cuzco el inmenso mercado de San Pedro que no tiene desperdicio alguno. Los olores de chocolates, pan de trigo y maíz, las frutas frescas como el maracuyá,  fresas, bananas, uvas, piñas, papaya, los quesos, las carnes de oveja, de vaca, las flores recién cortadas, etc., son un festín de imagen y olores; pero igualmente, allí conseguirá ropa típica del lugar, zapatos, sombreros, canastas entre otros productos; así que si está cerca no lo piense y visítelo.

Otro de los mercados que bien vale la pena conocer es el mercado del Puerto en Montevideo, Uruguay. Inaugurado en 1868, por fuera está lleno de puestos artesanales, en su mayoría; pero para quienes les encanta comer carne y tomar vino, este mercado peculiar es una excelente opción. Pues se trata de un inmenso galpón donde se encuentran una variedad de restaurantes que ofrecen desde una excelente barbacoa hasta una buena copa de vino o cerveza. Usted puede elegir la pieza de carne que más le guste y al término que desee; además, también conseguirá una excelente opción musical con la cantidad de músicos que se encuentran en el lugar amenizando las comidas. Todo un festín.

El mercado Paloquemao, ubicado en Bogotá, es otra opción para acercarse a la idiosincrasia del colombiano, pues es un mercado lleno de flores y alimentos que muestran la forma típica de comida, sus platos y productos que usa en el día a día el colombiano. Tiene dos partes, una al aire libre, donde están todas las flores, mientras que en el interior puede encontrar todo lo que es hortalizas, frutas, verduras y carnes, entre otros productos para comprar.

Finalmente, aunque la vida agitada de las grandes ciudades conllevan a una rutina llena de estrés, donde todo se hace sin saborear, incluyendo las compras diarias de comida, no pierda la oportunidad de vivir la experiencia de algún mercado popular cuando decida viajar, ya que además de conocer la cultura del lugar siempre conseguirá productos más frescos y económicos ¡Aventúrese!

ALFA