La trombosis venosa profunda se produce cuando se forma un coágulo de sangre (trombo) en una o más venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas. La trombosis venosa profunda puede causar dolor o hinchazón de piernas, pero también puede ocurrir sin síntomas.

Puedes desarrollar una trombosis venosa profunda si tienes ciertas enfermedades que afectan la forma en que coagula la sangre. Un coágulo sanguíneo de las piernas también puede ocurrir si no te mueves durante mucho tiempo, por ejemplo, después de una cirugía o un accidente, cuando viajas grandes distancias o cuando estás en reposo en cama.

La trombosis venosa profunda puede ser muy grave porque los coágulos sanguíneos que se producen en las venas pueden soltarse y desplazarse a través del torrente sanguíneo y atascarse en los pulmones y, de este modo, bloquear el flujo de sangre (embolia pulmonar). Sin embargo, la embolia pulmonar puede ocurrir sin evidencia de trombosis venosa profunda.

Síntomas

En algunos casos, la trombosis venosa profunda no presenta ningún síntoma. El aumento brusco de volumen de la extremidad (edema) con sensación de entumecimiento dolor e inflamación puede hacernos sospechar una trombosis venosa profunda.

El dolor y endurecimiento de una variz también es muy característico de las trombosis venosas superficiales.

Por ello, la TVP a menudo no se diagnostica y, por tanto, no se trata. En este caso, puede provocar una discapacidad o, si el coágulo sanguíneo se desplaza (lo que se llama émbolo) hasta el pulmón y allí obstruye un vaso sanguíneo, llegar a producir una embolia pulmonar y poner en riesgo la vida. Por fortuna, esto puede prevenirse y, en sus estadios iniciales, tratarse con éxito.

Causas:

Se pueden formar coágulos de sangre en las venas profundas del cuerpo en las siguientes circunstancias:

Si hay daños de la capa interna de una vena. Las lesiones que se deben a factores físicos, químicos o biológicos pueden causar daños en las venas. Entre esos factores se cuentan las cirugías, las lesiones graves, la inflamación y las respuestas inmunitarias.

Si la circulación de la sangre es lenta. La falta de movimiento puede hacer que la circulación se vuelva lenta. Esta situación puede presentarse después de una cirugía, cuando una persona está enferma y en cama por mucho tiempo, o durante un viaje prolongado.

Si la sangre tiende a coagularse más de lo normal. Algunas enfermedades hereditarias (como la mutación del factor V de Leiden) elevan el riesgo de que la sangre se coagule. El tratamiento restitutivo con hormonas o las pastillas anticonceptivas también pueden elevar este riesgo.

Tratamiento

Anticoagulantes. La trombosis venosa profunda se trata más comúnmente con anticoagulantes, también llamados diluyentes de la sangre. Estos medicamentos no disuelven los coágulos sanguíneos existentes, pero pueden evitar que los coágulos aumenten de tamaño o pueden reducir el riesgo de desarrollar coágulos adicionales.

Los anticoagulantes pueden tomarse por vía oral o administrarse por vía intravenosa o mediante una inyección bajo la piel. La heparina se suele administrar por vía intravenosa. Los anticoagulantes inyectables más utilizados para la trombosis venosa profunda son la enoxaparina (Lovenox) y el fondaparinux (Arixtra).

Trombosis venosa

Después de tomar un anticoagulante inyectable por unos días, puede que tu médico lo reemplace por una tableta. Entre los ejemplos de anticoagulantes que se ingieren se encuentran la warfarina (Jantoven) y el dabigatrán (Pradaxa).

Ciertos anticoagulantes no necesitan administrarse primero por vía intravenosa o por inyección. Estos medicamentos son el rivaroxabán (Xarelto), el apixabán (Eliquis) y el edoxabán (Savaysa). Se pueden iniciar inmediatamente después del diagnóstico.

Tal vez tengas que tomar tabletas anticoagulantes por tres meses o más. Es importante tomar estos medicamentos exactamente según las indicaciones para prevenir efectos secundarios graves.

Si tomas warfarina, es posible que necesites realizarte análisis de sangre periódicos para controlar cuánto tiempo tarda en coagular la sangre. Las mujeres embarazadas no deben recibir determinados anticoagulantes.

Trombolíticos. También llamados disolventes de coágulos, estos medicamentos pueden ser recetados si tienes un tipo más grave de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar, o si otros medicamentos no están funcionando.

Estos medicamentos se administran por vía intravenosa o a través de una sonda (catéter) que se coloca directamente en el coágulo. Los trombolíticos pueden causar sangrados graves, por lo que normalmente solo se utilizan en personas con coágulos graves.

Filtros. Si no puedes recibir anticoagulantes, es posible que se introduzca un filtro en una vena grande del abdomen: la vena cava. Un filtro en la vena cava evita que los coágulos que se liberan se alojen en los pulmones.

Medias de compresión. Estas medias de compresión especiales reducen las probabilidades de que la sangre se acumule y se coagule. Para ayudar a prevenir la hinchazón asociada a la trombosis venosa profunda, póntelas en las piernas desde los pies hasta aproximadamente el nivel de las rodillas. Debes utilizar estas medias durante el día, por al menos dos años, de ser posible.

Prevención

Mantenga un peso saludable. Pregúntele a su médico cuál es el peso ideal para usted. Pídale que lo ayude a crear un plan para bajar de peso si tiene sobrepeso.

No fume. La nicotina y otras sustancias químicas de los cigarrillos y los cigarros pueden dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de tener una TVP. Pida información a su médico si usted actualmente fuma y necesita ayuda para dejar de fumar. Los cigarrillos electrónicos o el tabaco sin humo igualmente contienen nicotina. Consulte con su médico antes de utilizar estos productos.

Cambie la posición del cuerpo o muévase a menudo. Si usted viaja en vehículo o trabaja en un escritorio, muévase y estírese en su asiento varias veces cada hora. En un avión, levántese y camine cada hora. En un avión, levántese y camine cada hora. Mueva las piernas apretando y soltando los músculos de las piernas mientras esté sentado. También puede mover las piernas mientras esté sentado subiendo y bajando los talones. Mantenga los dedos de los pies en el suelo mientras hace esto. También puede subir y bajar los dedos de los pies manteniendo los talones en el piso.

Haga ejercicio regularmente para aumentar el flujo sanguíneo. Caminar es un buen ejercicio de bajo impacto. Consulte con su médico acerca de cuál es el mejor régimen de ejercicio para usted.

ALFA