Pensar en el turismo desde una perspectiva cultural e histórica, y a su vez resaltar acontecimientos tan trágicos como los aportados por la Alemania Nazi, implica traer a la mente un sinfín de eventos espeluznantes que vivieron los europeos y en especial los judíos en los años cuarenta, cuando Adolf Hitler comienza una cacería inhumana en su afán de conquistar al mundo y erradicar esta raza de la faz de la tierra.

De allí que, los recorridos turísticos por Alemania y otros países que se vieron involucraron en una guerra que cambió la historia de la humanidad, adentran a los turistas en una época llena de tragedias, injusticias y víctimas que impactan y sensibilizan a cualquier persona, en un proceso bélico que comienza  en el año 1939 cuando el líder del nazismo invadió algunos países como Polonia, como punto de partida a una guerra que culminó en agosto de 1945 cuando las fuerzas aliadas dieron término a la Segunda Guerra Mundial.

Traer a acotación este tema trágico y relacionarlo con el turismo, que significa recreación y placer, pareciera algo contradictorio, pero el turismo ha venido experimentando cambios importantes en las últimas décadas, que vienen de la mano con los cambios experimentados por la población, en sus actitudes, gustos y preferencias, que han hecho que millones de personas se interesen por conocer esos lugares donde se llevaron a cabo eventos fatales que trajeron muerte y horror.

El turismo cultural representa entonces una manera de acceder a información interesante para personas que ven en la historia una oportunidad para reflexionar, para sentirse más humanos, espirituales y promotores de la paz y la justicia, ya que a través de estos recorridos se motiva a los turistas a ser portavoces de mensajes positivos en relación a la antítesis de la guerra, a la prevalencia de los valores humanos ante situaciones de conflicto, recordando eventos, circunstancias y acciones de seres humanos llenos de odio y maldad, para así evitar que se vuelvan a suceder.

Este tipo de turismo en los lugares emblemáticos que identifican a la Alemania Nazi, brinda la oportunidad de conocer los campos de concentración donde murieron millones de judíos no sólo de Alemania, sino de Polonia, Holanda, Francia, Italia y otros países europeos, así como recorrer lugares emblemáticos que cuentan historias de familias como los Frank, cuyas vivencias en los campos de concentración después de haber estado escondidos durante casi cuatro años en un anexo existente en una fábrica, son reflejadas en el famoso libro “El Diario de Ana Frank”, que ha sido difundido por todo el mundo.

Por ende, visitar países como Alemania y Polonia y no ir a los lugares donde Hitler llevó a cabo sus más crueles torturas, es como visitar Brasil y no ir a las paradisíacas playas que posee, es voltear a un lado de esa etapa de la historia de la humanidad que todos debemos conocer, valorar e internalizar lo que no debe repetirse, para llevar ese mensaje a donde podamos, reforzando los valores de la libertad, la paz y el amor.

Evidentemente el turismo cultural que muestra la realidad producida por la Alemania Nazi, ofrece la oportunidad de disfrutar a través del intercambio cultural, histórico, social y humano, dejando algo más que recreación en los turistas, sensibilizándolos y haciéndolos partícipe de un proceso educativo sin fronteras que busca dejar huellas y mantener vigentes sucesos significativos para el ser humano, partiendo de la premisa de “no olvidar” para dignificar la memoria de millones de personas inocentes.

Algunos de los sitios de interés que se pueden visitar para comprender el bagaje histórico derivado por las atrocidades de una guerra provocada por personajes dementes como Hitler y sus cómplices, invitan a los turistas amantes de la historia y la cultura a visitar países como Alemania y Polonia, Hawái (Estados Unidos), Normandía, entre otros.

Comencemos por Normandía, el cual   jugó un rol fundamental  en el proceso de la Segunda Guerra Mundial, debido a que en sus costas se produjo  uno de los desembarcos militares más significativos y espectaculares de todos los tiempos. Este evento se produjo un 6 de Junio del año 1944, llamado el día D, cuando desembarcaron en las playas de Normandía soldados provenientes de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra, quienes estaban al mando de Dwight David Eisenhower, héroe de guerra que valientemente lideró esta maniobra militar, la cual puso fin al control de los nazis en la Europa occidental.

Considerando la importancia de este evento histórico en una guerra tan atroz y salvaje, que cobró la vida de millones de personas no sólo de Europa, el turismo cultural ofrece la oportunidad de visitar estas playas, que contienen muchos elementos de la historia, enmarcados en un escenario natural de gran belleza, donde aún pueden observarse  los restos de las trincheras y varios museos que muestran evidencias de esta catástrofe humana como lo fue la Segunda Guerra Mundial.

Los relatos de los guías turísticos describen con detalle como fue el desembarco, el cual ha sido motivo inspirador de películas, tales como: Salvar al Soldado Ryan en 1998, la cual fue dirigida por Steven Spielberg, con protagonistas de la talla de Tom Hanks, Edward Burns, Tom Sizemore y Matt Damon, convirtiéndose a través del tiempo en la película icónica de este evento histórico.

También destacan entre las películas  que han tomado este desembarco como el tema central las siguientes: El Día más largo de 1962, el Desafío de las Águilas en 1968 y los Violentos de Kelly en 1970 y protagonizada por el gran actor Clint Eastwood.

Otro de los lugares que han sido llevados a la pantalla gigante, es “Pearl Harbo”r, la cual es una base estadounidense situada en la hermosa isla de Hawái, que es visitada anualmente por millones de personas, que buscan en sus escenarios naturales, no sólo diversión sino cultura e historia.

Esta base militar fue objeto de un ataque del ejército japonés de manera inesperada, donde murieron unos 2000 soldados, y fue el acontecimiento que marcó el ingreso de los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial y definió el curso de dicha guerra.

Este emblemático lugar se encuentra dentro del contexto geográfico de la isla de Hawái, y los turistas aprovechan la oportunidad para conocerlo e indagar sobre los hechos en la propia base militar que el 7 de diciembre de 1941 se vistió de rojo con la muerte de miles jóvenes estadounidenses.  Es de hacer notar, que actualmente  puede  ser visitada, pero hay que adaptarse a los estrictas medidas de seguridad que se han tomado por razones obvias, al seguir siendo una base naval de los Estados Unidos.

Además, las visitas turísticas a esta base naval, guían a los visitantes durante caminatas por los hangares de aviones, el puerto donde se encuentra el caso hundido del barco USS Arizona, y museos que contienen una gran cantidad de objetos de esa época.

Cabe destacar que, en el año 2001 se realizó la película “Pearl Harbor”, protagonizada por Ben Affleck, dirigida por Michael Bay y con un guion de Randall Walace. A través de esta película de 170 minutos de duración, se relata la historia de  Rafe McCawley (Ben Affleck) y Danny Walker (Josh Hartnett), quienes eran dos amigos que crecieron juntos en una zona rural estadounidense e ingresaron  juntos a las fuerzas aéreas estadounidenses.

Una ciudad muy mencionada en el contexto de la segunda Guerra Mundial es Cracovia, debido a que cerca de allí, en la localidad de Bikernau, se encuentra Auschwitz, uno de los campos de concentración más conocidos, donde fueron exterminados más de un millón de personas en su mayoría judíos, y que fue liberado el   27 de enero de 1945 por  las tropas rusas.

Además, en Cracovia también se puede visitar la fábrica de Oscar Schindler, escenario de miles de historias de vida trágicas y muy tristes, que fueron llevadas al cine a través de la película titulada “La Lista de Schindler” en 1993,  del cineasta Steven Spielberg y protagonizada por Niam Neeson, donde se refleja los detalles de la historia de este hombre, que al final antepuso su humanidad ante el poder, y pudo salvar la vida de más de 1.000 trabajadores judíos, evitando que los llevaran a los campos de concentración.

Esta exitosa película obtuvo siete premios Oscars en el año 1994, y esto proyectó enormemente a la ciudad de Cracovia, donde Spielberg seleccionó al barrio judío Kazimierz para realizar las locaciones, debido a que no había cambiado desde los años 40, ya que nadie quería vivir allí; pero después del éxito de esta película se ha convertido en un barrio de moda y los turistas de todas partes del mundo lo visitan para recorrer dichas locaciones.

Otro lugar cuya historia fue llevada al cine, es el “Puente sobre el río Kwai”, el cual se hizo famoso debido a que cuando Japón invadió Tailandia en 1942, se construyó un ferrocarril que conectaba Birmania con este país con la finalidad de llevar suministros de todo tipo a ambos lados. En este proceso de construcción participaron 61.000 prisioneros de guerra en condiciones crueles. Se cuenta que fueron construidos dos puentes, uno de hierro y otro de madera, que fueron destruidos totalmente durante la guerra.

Otra de las ciudades de Polonia que está llena de historia y de eventos significativos de la Segunda Guerra Mundial es Varsovia, en la cual hubo un levantamiento que comenzó el 1 de agosto de 1944, y prácticamente quedó destruida en su totalidad por los ataques propios del proceso bélico. En esta ciudad, se puede visitar actualmente el  Museo del Alzamiento de Varsovia”, en donde se muestran objetos y evidencias de lo que aconteció durante este período trágico de la historia. Además se pueden visitar los restos del Gueto de Varsovia, donde murieron miles de personas y que fue totalmente quemado después de la sublevación judía de 1943.

Sin duda alguna, visitar estos lugares representan una alternativa turística de gran interés, que deja huellas en los turistas amantes del conocimiento y la historia, y que se llevan consigo una experiencia aleccionadora que los impulsa a reflexionar y hacer conciencia sobre eventos trágicos que han afectado a la humanidad.

ALFA