El cuerpo de una mujer es un templo sagrado, las mujeres tienden a cuidarlo siguiendo rigurosamente rutinas de belleza, tratamientos estéticos y comprando un sinfín de productos que las ayude a cuidar desde su piel hasta su peso para lucir siempre bellas.

Los medios de comunicación, la moda y la publicidad han estado vendiendo durante años a la mujer como un objeto sexual dando indicadores de cómo deben lucir para estar a la altura de las demás, lo que logra influir y afectar gravemente el autoestima de la mujer, de manera fatal en algunas ocasiones.

Según esta mercadotecnia y la hipersexualidad a la mujer no se le toma en cuenta por sus capacidades, su intelecto o sus estudios, dando paso a la emancipación de la mujer en muchos aspectos de la vida, llegando a ocupar trabajos donde el género masculino era el único candidato.

Si usted es de esas mujeres afectadas o no por estos factores influyentes de la sociedad, debe saber que el cuerpo no lo es todo. Una mujer bella se le considera así por lo que emana de su interior, por lo que no existen medidas, ni cirugías, capaces de medir o transformar la misma. Su atractivo depende únicamente de su esencia, tal como usted es y cómo enfrenta la vida.

La pregunta es entonces ¿Está usted conforme con su cuerpo? ¿Enfrenta la vida con alegría? ¿Confía en sus capacidades?

Lo primero que debe hacer es tomarse un tiempo frente al espejo, observe su cuerpo completamente desnudo, notará algunas cosas que no son de su completo agrado, es probable que se sienta incómoda, pero hacerlo seguido la llevara a aceptar sus fallas y sus virtudes y trabajar con ellas.

Si su cuerpo le causa una baja autoestima no es tiempo de preocuparse sino de ocuparse, no es necesario recurrir a dietas estrictas, la idea es realizar una alimentación consciente, que consiste en observar lo que se come y estar en sintonía con la mente para saber cuándo detenerse.

Lo importante del proceso es conocerse por dentro y por fuera, es un proceso individual y totalmente personal. Reflexione sobre su atractivo, durante ese tiempo frente al espejo, no hay límites, su personalidad es la que debe resaltar, así podrá observar lo que más le agrada de usted misma, sus gestos, su voz, su caminar, hasta su cabello.

No se cohíba a la hora de comer su platillo favorito, esto sólo traerá como consecuencia la temible ansiedad. Pero como ahora realizará una alimentación consciente, darse un gusto de vez en cuando no le caerá mal a nadie, pero recuerde que nada en exceso es saludable.

Finalmente aláguese a usted misma, no debe esperar que alguien lo haga por usted, la opinión personal es la única que importa porque es el motor que le ayudará a salir adelante. Su cuerpo no la define, la define un conjunto de cualidades mencionadas anteriormente que le otorgan un verdadero VALOR.

ALFA