La boda es uno de los momentos más emblemáticos de una mujer y para muchas, el día más importante de su vida, por lo que debe lucir impecable, sobria, elegante, razón por la cual las joyas cumplen un papel muy importante. Desde anillos, zarcillos, brazaletes hasta collares, gargantillas o diademas, las joyas preciosas para novias deben ser escogidas de la forma más acertada posible, para hacer de este día uno inolvidable.

Se dice que la joya más emblemática del matrimonio, son los anillos. La tradición de éstos, viene de Egipto y datan de no menos de 4800 años. La misma, comenzó con cañas entrelazadas para darle forma de anillo y llevaba diferentes decoraciones; los mismos solo eran utilizados por las mujeres. Esta alianza simboliza la eternidad, que no tiene principio ni final. Asimismo, el hoyo en el centro del anillo también tiene un significado, pues se considera una puerta que da la entrada a eventos y situaciones que para la pareja pueden ser conocidos o desconocidos.

Los expertos en joyería han dicho que hay piezas que son imprescindibles para el día de la boda. Estas piezas se adaptan a diferentes estilos de novia, la sobria, la clásica, la arriesgada, la sutil, entre muchas otras. Como es de esperarse, los diamantes, inseparables amigos de las féminas, no pueden faltar y son protagonistas en dichas piezas.

La primera pieza a la que se hace referencia es el anillo de compromiso, solitarios, alianzas de diamantes o todo tipo de anillos de brillantes o piedras preciosas que tuvieran ese fin, pues es el símbolo para pedir la mano, el cual seguramente no ha dejado de usar desde entonces.

La segunda pieza son los zarcillos o pendientes, los más clásicos son los de forma de lágrima, sin embargo, esta pieza ha sido reinventada por muchas marcas proponiendo diamantes en forma de lágrima flotando, ya que, el diamante no está sujeto a nada, sino que es perforado para evitar elementos adicionales que pudieran recargarlo. Lo mejor es que son pendientes 2 en 1 se pueden usar en el día a día, cualquier ocasión, ya que se pueden desmontar.

La tercera pieza es un brazalete, un clásico de la joyería llamado “riviere” que, no entiende de moda, no parece que esté ahí, pero viste de manera sublime. Siempre suma, nunca resta. Es ideal para todo tipo de vestidos, de tirantes, cuello barco, manga corta, manga francesa e incluso de manga larga puede usarse por encima.

Finalmente, la cuarta pieza es la alianza de matrimonio, la protagonista junto a la novia, los joyeros apuestan por lo clásico, la alianza de oro que jamás pasa de moda. Su finura y diseño, hacen que sea una joya atemporal. Para los que prefieren diseños más originales, se ofrecen también en oro blanco, rosa o negro. También es posible encontrar piedras preciosas como la esmeralda o el zafiro. De cualquier forma elija piezas que la destaquen y hagan de ese día, uno para recordar toda la vida.

ALFA