El Jade ha sido apreciado por los hombres como una piedra divina desde épocas prehistóricas por su belleza, utilidad y poder curativo. Fueron los chinos los primeros en reconocerlo como una gema, y desde inicios de su civilización lo incluyeron en su cultura y sus obras de arte; los emperadores chinos le llamaban la “piedra del cielo” y decían que era un símbolo de poder.
Del mismo modo, los hindúes le consideraban altamente poderoso de curar enfermedades. En Mesoamérica en la era precolombina, los mayas, aztecas y olmecas, entre otras, valoraban el jade más que al oro. Para los egipcios, el jade era la piedra del amor, equilibrio, la armonía y la paz interior.
Independientemente de las connotaciones dadas a la capacidad curativa del jade, éste ha sido empleado por diversas culturas para la elaboración de utensilios, instrumentos musicales y adornos desde hace más de 5000 años y hasta nuestros tiempos. Los objetos de jade tienen fama de atraer la buena suerte y fortuna, razón por la cual hoy día se utiliza en gran variedad de accesorios que, además de brindar las bondades del jade a quien los porta, le hace lucir espléndida y a la moda.
Se conocen dos tipos de jade: nefrita y jadeíta. La nefrita se encuentra en diversos lugares del mundo y de diferentes colores. La jadeíta o jade se haya principalmente en Birmania en azul: simboliza paz y reflexión; marrón: ayuda a asentar los procesos; lavanda: usado para aliviar dolores emocionales; naranja: energético y levemente estimulante; rojo: apasionado y estimulante; blanco: canaliza la energía; amarillo: energético, estimulante y dulce; negro: empleado para proteger de energías negativas.
No obstante, el color más frecuente y abundante del jade es el verde, el cual ofrece protección contra accidentes y enfermedades, brindando la energía vital necesaria para ayudar a lucir radiante a quien lo utiliza. El jade tiene múltiples usos entre los cuales se puede mencionar su poder para atraer y mantener el amor, por lo que se recomienda como obsequio de compromiso entre una pareja. En jardinería, es excelente sanador de plantas, razón por la cual se aconseja decorar el jardín con algunos trozos de jade.
También en meditación el jade es ampliamente utilizado, porque permite encontrar la paz interior mediante la armonía espiritual y la reflexión. Es ideal para la limpieza de los chakras. Por su poder tranquilizante y armonizador, el Feng-Shui propone el uso de ornamentos de jade distribuidos en la vivienda o en el negocio, a fin de mantener la buena energía, aliviar tensiones emocionales y propiciar un ambiente de crecimiento laboral.
En cuanto a sanación, el jade ayuda a la mente a sanar equilibrando la condición emocional o psicológica fuente de la enfermedad. Y finalmente, como accesorio hay quienes creen que el jade proporciona al portador sabiduría, poder, longevidad e inmortalidad. Por todas estas impresionantes virtudes, realmente podría decirse que el jade es una piedra divina y la gema preferida por muchos.
Me encantan, es lo que necesitaba!
muy bellas me encantan