La moda viene antecedida de historias, tendencias, colores y culturas. En el siglo XXI, una costumbre en algunas civilizaciones o comunidades que datan de años de tradición, ha desatado diversos tamaños, colores y materiales para incrustarse en la nariz. Por esta razón, le daremos un breve repaso a su historia y qué tipos de joyas puede llevar.

Portar aretes u otras piezas de joyería en la nariz o en la parte del cuerpo que usted desee se denomina “piercing” (que traducido al castellano significa agujerear, perforar o atravesar). Esta práctica consiste en modificar su cuerpo con la incrustación de objetos preciosos, metales u orgánicos con significados religiosos, espirituales o culturales.

Adicionalmente, en la actualidad gracias a la globalización su uso guarda relación con la moda, gustos personales con identidad hacia una subcultura, el erotismo y sexualidad optar por incrustaciones en las partes íntimas tanto del hombre como de la mujer.

En la antigüedad, diferentes culturas realizaban perforaciones a su cuerpo como símbolo de pertenecer a un grupo o tribu. De igual manera, dependiendo de la latitud en la que se encontrasen podía significar que ya tenía la suficiente edad para cazar o como ritual de madurez.

Desde luego, en la medida que la civilización ocupa terrenos inhóspitos, la tendencia es la de permear el ambiente de nuevas formas de relacionarnos. De igual manera, ocurre a la inversa y en la actualidad existen diversos tipos de piercings disponibles para la perforación de su nariz.

Es probable que tenga dudas de colocarlo ahí y quizás prefiera en la ceja, en el lóbulo de la oreja, el ombligo o quizás un poco más abajo. No obstante, es necesario que sepa que la nariz es el lugar que menos dolor sentirá al perforársela y será de mayor facilidad para realizar se respectiva limpieza con la finalidad de evitar infecciones.

El modelo recomendado, si es primeriza, es la joya “tipo bolita” -un pequeño zarcillo- donde podrá darle vueltas con regularidad con el propósito de evitar su cicatrización con la pieza puesta. Esta acción deberá repetir con precaución ya que la perforación produce una herida y deberá prestarle la atención necesaria.

Además de sugerirle la anterior pieza, el material con que esté fabricado es importante. No solo por la belleza exterior sino por lo que puede ocasionar a su piel. En el mercado podrá encontrar este tipo de artículos en metales como oro, de lejos el más adecuado para evitar complicaciones de salud y estética.

No obstante, una vez que la herida haya curado podrá utilizar una pieza en acrílico, bioplástico, bioflex, cristal, plástico fosforescente, oro, materiales naturales como hueso o madera, politetrafluoroetileno, silicona, acero quirúrgico, titanio o UV que brillan en la oscuridad o con la luz negra de las discotecas.

Cada persona reacciona de forma diferente a los materiales. De ocurrir, no se asuste, ni desista; solo busque el material adecuado. Entre gustos y colores conseguirá piezas finas de exquisito detalle, aretes, tipo tornillo o palito, en forma de flecha o un sinfín de formas y colores perfectos para cada ocasión.

ALFA