Desde hace muchos años en la sociedad, se ha mantenido el concepto de que la mujer debe cuidar a los hijos y debe ser quien los críe, pero un estudio llevado a cabo en la Universidad Estatal de Georgia (USA), reveló que las parejas que comparten los deberes relacionados con el cuidado de los hijos, tienen una vida sexual de mejor calidad y una mejor relación de pareja que aquellos que no lo hacen.

La investigación contó con la participación de más de 400 parejas heterosexuales. Todas ellas fueron divididas en tres grupos:

  • El primero: En el que las mujeres llevaban a cabo al menos el 60% o el 100% del cuidado de los niños.
  • El segundo: En el que los hombres se responsabilizaban de al menos el 60% o la totalidad del cuidado de los hijos.
  • Y por último, un grupo en el que tanto hombres como mujeres se repartían equitativamente dichas responsabilidades.

Paralelamente se realizó un test para examinar la calidad de la relación de la pareja, teniendo en cuenta la calidad de vida sexual y también su frecuencia. El estudio encontró que cuando las mujeres son responsables de la mayor parte, o todo el cuidado de los niños, ambos reportaban una relación y vida sexual de menor calidad, comparados con las parejas que se dividían las responsabilidades de manera igualitaria.

Uno de los hallazgos más importantes es que el único acuerdo de cuidado infantil que parece muy problemático para la calidad de la relación y la vida sexual es cuando la mujer hace la mayor parte o todo el cuidado de los niños.

Cuando son los hombres quienes toman gran parte o todo el trabajo referente a los niños no se presenta ese efecto negativo. Si bien, en parejas en donde ellos hacían la mayor parte, tenían tanto sexo como quienes se dividen las responsabilidades.

“Las consecuencias de compartir las tareas relacionadas con el cuidado de los chicos son muchas: las parejas son más fuertes, más sanas y más estables. Compartir implica cooperación, comunicación y coordinación, y esto va construyendo cimientos fuertes para el vínculo entre los integrantes de la pareja”, dijo el investigador Carlson, quien dirigió el estudio.

En conclusión, según este estudio, presentado en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Sociología de Chicago, lo mejor para que una pareja tenga una vida sexual sana y satisfactoria, es que deben repartirse de manera equitativa los deberes del hogar y el cuidado de los hijos; así que si usted quiere mejorar la vida sexual y, en general, la relación con su pareja, compartan el cuidado de los hijos en la medida de lo posible, de esa forma, ambos estarán más relajados y compenetrados, y disfrutarán mucho más de su sexualidad.

ALFA