El fenómeno de la emigración ha estado por siempre en la historia humana. Cambiar de país o de continente, es una actividad bastante popular en el mundo. Sea cual sea las razones personales, si es por un deseo o por una necesidad, existen ciertos parámetros a tomar en cuenta antes emigrar.
Conocer las leyes migratorias del futuro nuevo hogar. Cada país, incluso, cada región, estado o departamento se rige por un marco regulatorio. Procure investigar con tiempo suficiente los diferentes trámites y permisos a procesar para poder obtener la residencia en ese lugar. Resulta útil viajar con anterioridad para tener mayor seguridad en cuanto a los requisitos que solicitan. Además, ese traslado le permitirá conocer otros puntos como las oportunidades de trabajo, o los lugares más ideales para residenciarse.
Oportunidades de trabajo, es otro elemento indispensable al emigrar. Según sea su nivel educativo logrado o la profesión que tenga. Tome en cuenta que en la mayoría de los países se da prioridad primero al talento nacional, y en segunda, al talento extranjero. De hecho, existen casos donde las profesiones deben validarse con estudios en ese nuevo lugar, o al punto, de que existen carreras protegidas para ser solo ejercidas por personas del lugar, y no por nuevos residentes.
Así mismo sucede con los lugares de residencias o alquileres de vivienda. Investigar el marco regulatorio para aquellas personas que acaban de ingresar al país puede salvarlo de una mala jugada. En internet existen múltiples páginas que muestran el alquiler de departamentos, cuartos, o incluso casas en diferentes países. Un par de llamadas podrá ser de utilidad para también escuchar de esa persona la manera en cómo se reciben a los nuevos residentes.
Si bien mantener unida a la familia es el ideal, siempre resulta más fácil, que se traslade primero un miembro, para luego poder reunirse en ese nuevo hogar, más aún si en su caso existen niños o adolescentes en etapa escolar. Dentro del marco legal, también debe abarcar este ámbito, a fin de que la decisión tomada sea en beneficio de todos por igual.
Tome en cuenta el cambio de cultura y de idioma. Si bien la barrera del idioma puede dificultar ciertas tareas, la cultura es otro elefante blanco que puede ocupar la mitad de la sala. Abra su mente a vivir nuevas experiencias, pero también a recibir opiniones muy diversas, más de las que puede conseguir en su lugar de origen.
Ábrale un espacio al tiempo en su agenda. Emigrar no es una decisión que se toma un día, y se hace al siguiente. Primero averigüe lo más que pueda sobre los trámites para los permisos de residencia y trabajo, por lo que también puede dirigirse a los consulados del país al cual emigrará. Ello sin mencionar la labor de buscar el nuevo lugar de residencia, o de estudio. En definitiva, el tiempo es el mayor factor a tomar en cuenta para poder lograr con éxito el sueño de emigrar.
ALFA