Plantas para proteger el higado: La sabiduría popular nos enseña que, cuando el hígado funciona, todo funciona. Este órgano desempeña un papel primordial en el organismo: como si fuera un filtro, impide la absorción de las toxinas y facilita su eliminación. Cuando tiene mucho trabajo, la fitoterapia puede ser su gran aliado.

El hígado es un órgano voluminoso compuesto de dos lóbulos, situado en la parte superior del aparato digestivo. El hígado tiene múltiples funciones entre las que destaca la producción de la bilis que ayuda a la digestión de las grasas. Este órgano participa en el metabolismo de la glucosa, almacena las vitaminas y los minerales obtenidos de la digestión y los libera al torrente sanguíneo cuando el organismo los necesita. También filtra la sangre para capturar las toxinas que se absorben al comer, beber o tomar medicamentos.

Hierbas depurativas para el hígado e intestino

¿Cuáles son las mejores plantas para depurar el hígado e intestino de forma natural? ¡Descubrámoslo!

Antes de centrarnos en las hierbas depurativas para el hígado e intestino, es importante aclarar el funcionamiento de nuestro organismo y de los órganos que se ven más afectados durante la digestión y el proceso de asimilación. El sistema gastrointestinal tiene un papel sensorial en la medida en que responde a la presencia del sabor amargo – típico tanto de las plantas como de las especias amargas – liberando numerosas moléculas que modifican el tiempo de tránsito de los alimentos en el tracto, la absorción de nutrientes e incluso la liberación de moléculas «humorales» como la serotonina.

Cardo mariano (silybum marianum)

  • Propiedades: La semilla del cardo mariano contiene silimarina, una sustancia hepatoprotectora. Es bueno para regenerar el tejido del hígado en hepatitis agudas y leves, también para el tratamiento de la insuficiencia hepatobiliar y la ictericia, pues ayuda a la desintoxicación, y en fases iniciales de cirrosis por abuso de alcohol. 
  • Cómo se usa: Las hojas tiernas sin espinas y los corazones del fruto se pueden comer crudos en la ensalada, como hacen algunos pueblos del Sahara. También se puede tomar en infusión o decocción, a razón de tres tazas diarias; o de 0,5 a 3 g diarios de extracto seco estandarizado que contenga un 70-80% de silimarina. Consulta con el médico si estás tomando medicamentos antidepresivos o hepáticos. 

Boldo (peumus boldus)

  • Propiedades: El boldo es un gran remedio digestivo y su mayor virtud es, sin duda, que estimula la producción de bilis, de ahí su capacidad hepatoprotectora y digestiva. También se utiliza como antiinflamatorio, analgésico, y diurético.
  • Cómo se usa: Existen preparados de farmacia en gránulos o polvos digestivos, pero la forma más habitual de tomarlo es la tisana, para la que se utilizan sus hojas aromáticas. Su sabor es muy agradable. El aceite esencial puro no debe tomarse vía interna. 

 Cúrcuma (curcuma longa, c. xanthorrhiza)

  • Propiedades: La cúrcuma, una de las especias con las que se elabora el curry, tiene un sabor cálido, muy discretamente amargo y aromático. Tanto en la cocina como con fines medicinales se utiliza su raíz, rica en curcuminoides, unas sustancias desintoxicantes y protectoras del hígado. Es antiinflamatoria, favorece la eliminación de carcinógenos y reduce los trastornos hepáticos degenerativos. 
  • Cómo se usa: De 500 a 1.000 mg al día de extracto, después de las comidas.

 Angélica (angelica archangelica)

  • Propiedades: Es depurativa, antiinflamatoria, antiespasmódica y analgésica. Resulta de ayuda para restaurar el hígado después de excesos digestivos. Se utiliza junto con el boldo y la fumaria para migrañas causadas por problemas hepáticos o de digestión. 
  • Cómo se usa: se aprovecha la raíz y, aunque menos, también las hojas y los frutos. Se toma principalmente en decoccio´n, aunque también se puede encontrar en tintura, extracto líquido y polvos. El aceite esencial puede resultar neurotóxico.

Fumaria

La fumaria (Fumaria officinalis) tiene propiedades hepatoprotectoras. Además, es estimulante de la función hepática, lo que podría ayudar a mejorar la capacidad del hígado para metabolizar grasas.

También contiene compuestos con actividad antioxidante, así que neutraliza los radicales libres y reduce el estrés oxidativo en el órgano. Finalmente, sabemos que es antiinflamatoria.

¿Cómo usarla?

  • Para realizar su infusión necesitas una cucharada de sus plantas secas (10 g).
  • Puedes tomarla una vez por día.

infusión de hinojo y pie de gato

El hinojo es una planta con un aroma característico y un sabor similar al del anís. Es antioxidante y antiinflamatoria, lo que puede ser beneficioso para la salud hepática. Además, se asocia con la estimulación en la producción de bilis, lo que puede mejorar la digestión de las grasas.

El pie de gato, por otro lado, es una planta herbácea con propiedades astringentes y antiinflamatorias.De modo tradicional, ha sido preparado en infusión por décadas para mejorar la salud digestiva.

¿Cómo usarlas?

  • Se utilizan solo las flores. Te las pueden vender secas en las herboristerías.
  • Necesitas 10 g de cada una y una taza de agua (250 ml).
  • Deja que hiervan unos diez minutos ambas plantas, permite que reposen y después filtra el contenido.
  • Puedes tomarla también dos veces al día después de tus comidas principales.

¿Qué hacer para combatir el hígado graso, además de usar las plantas medicinales?

Además del uso de plantas medicinales, hay una serie de cambios en el estilo de vida y medidas terapéuticas que realmente combatirán el hígado graso. No dejes de implementar las siguientes estrategias, junto con las infusiones:

  • Adopta una alimentación saludable: incluye variedad de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Limita la ingesta de ultraprocesados, azúcares añadidos, grasas saturadas y trans.
  • Controla tu peso: pierde kilogramos si tienes sobrepeso u obesidad.
  • Haz ejercicio: la actividad física regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina, reducir la acumulación de grasa en el hígado y promover la pérdida de peso.
  • Controla otras condiciones médicas concomitantes: como la diabetes, la hipertensión arterial y el colesterol elevado.
  • No consumas alcohol: esto es fundamental y clave para evitar la progresión de la enfermedad.